BRUSELAS, 23 May. (EUROPA PRESS) -
España ha confirmado a la Agencia Europea de Defensa que no participará en el mercado comunitario de armamento, que se lanzará el próximo 1 de julio con la contribución de 22 Estados miembros. El mercado se basará en el código de conducta aprobado el pasado noviembre para los Veinticinco para liberalizar el sector.
Además de España, también se ha excluido de este régimen Hungría, aunque ambos países han indicado la posibilidad de unirse en el futuro, según aseguró hoy la Agencia. El ministerio de Defensa cree que el código de conducta podría perjudicar a la industria española por el papel fundamental que juegan en ella las pequeñas y medianas empresas (pymes). Dinamarca no participa en la política de defensa de la UE y tampoco lo hará en este mercado de armamento.
"Este régimen creará nuevas oportunidades para las empresas en toda Europa, reforzará la base tecnológica e industrial de nuestra defensa y ofrecerá una mayor rentabilidad a las fuerzas armadas y a los contribuyentes", dijo el director ejecutivo de la Agencia, Nick Witney.
El código de conducta obliga a los países de la UE que lo han firmado a garantizar la igualdad de oportunidades a todas las empresas basadas en otros Estados miembros en la concesión de contratos públicos. Para ello, se pone en marcha un boletín electrónico de licitaciones, gestionado por la Agencia, y se han fijado criterios objetivos y transparentes para seleccionar a las empresas y conceder los contratos.
La Agencia se ocupará de vigilar que los Estados miembros participantes cumplan los requisitos establecidos y recogerá todos los datos de los contratos que se concedan a través de este código. Cada vez que un país decida no aplicarlo tendrá que dar las justificaciones oportunas.
De acuerdo con los datos de la Comisión Europea, los contratos públicos de armamento representan 82.000 millones de euros al año, y sólo el 10% del total salen a concurso. El Ejecutivo comunitario está estudiando presentar una legislación específica para obligar a los Estados miembros a permitir más competencia transfronteriza en el sector, en lugar del código voluntario pactado por los Veinticinco.
