BRUSELAS, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El pleno de la Eurocámara pidió hoy establecer en el 0,1% el umbral máximo autorizado de contaminación accidental con organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura ecológica. Ello supone una reducción muy significativa respecto a la opinión tanto del Ejecutivo comunitario como de los ministros de Agricultura de la UE, que están de acuerdo en permitir la presencia accidental de hasta un 0,9% de transgénicos en los productos ecológicos.
El Parlamento Europeo pide que no se pueda utilizar la etiqueta de 'producto ecológico' cuando "se aporten pruebas de mera contaminación de OGM de los productos, ingredientes o piensos utilizados, o para designar los productos cuya contaminación accidental por OGM es superior al umbral detectable de 0,1%". La enmienda fue aprobada por un escaso margen de 324 votos a favor, 282 en contra y 50 abstenciones.
El pleno también apoyó por 314 votos a favor, 301 en contra y 35 abstenciones, una enmienda por la que la Comisión debe, antes del 1 de enero de 2008, publicar una propuesta de directiva marco sobre medidas preventivas para evitar la contaminación con OMG en toda la cadena alimentaria, "incluido un marco legislativo de normas de responsabilidad para cualquier contaminación con OMG basado en el principio de que quien contamina paga".
La Eurocámara aboga por la obligatoriedad de utilizar el logotipo comunitario para los productos ecológicos, que hasta ahora es opcional. Los parlamentarios proponen que no se utilice la indicación 'UE-ECOLÓGICO' porque puede resultar engañosa para el consumidor, y abogan simplemente por usar la indicación 'ECOLÓGICO'.
El texto refuerza finalmente los requisitos exigidos a los productos importados que se desean comercializar bajo el sello de "ecológicos". Estos deberán cumplir las siguientes condiciones: cumplir las disposiciones establecidas en el reglamento; someterse a controles efectuados por un organismo oficial homologado por la UE; y estar cubiertos por un certificado que confirme el cumplimiento del reglamento.
Al término de las votaciones los eurodiputados decidieron no pronunciarse sobre la propuesta legislativa en su conjunto y devolverla a la comisión de Agricultura. El objetivo es presionar a la Comisión para que reconozca que la Eurocámara tiene que asumir un papel de colegislador en este reglamento sobre agricultura ecológica y no simplemente ser consultada.
