Considera en cambio que la creación de un consorcio comunitario en el sector naval militar ofrecería "evidentes ventajas"
MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español justifica su no adhesión al Régimen Intergubernamental sobre las Adquisiciones de Defensa, el denominado mercado europeo de defensa, argumentando que "quiere defender el sector industrial de defensa y no perjudicarlo en aras de un mercado abierto en el marco de la Unión Europea".
En respuesta a una pregunta parlamentaria del portavoz de Defensa del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, el Ejecutivo afirma que ve "con interés" la iniciativa pero que considera necesario que este mercado no se centre únicamente en la demanda sino también en la oferta, acometiendo "en paralelo" la integración del sector industrial comunitario en ventas y en adquisiciones.
El Gobierno, que estima conveniente sopesar "la garantía de la seguridad del suministro de productos de defensa" y establecer "reglas claras" en materia de subcontrataciones, subraya en su respuesta parlamentaria, a la que ha tenido acceso Europa Press, que está "analizando cuidadosamente" el impacto que tendría el mercado comunitario de defensa en el sector español.
Con la colaboración de las asociaciones AFARMADE y AESMIDE, el Ejecutivo estudiará la repercusión de esta iniciativa y adoptará antes del próximo 30 de abril la decisión "más beneficiosa" para los intereses de la industria nacional.
A pesar de no haber adoptado una decisión definitiva, el Ejecutivo recalca en su respuesta al BNG que su objetivo es "defender el sector industrial español" y "no perjudicarlo" con un "mercado abierto en el marco de la Unión Europea" y subraya que la continuidad de la industria nacional "está garantizada". "La continuidad del sector de la industria de defensa está garantizada por los contratos de defensa nacionales, la participación en programas cooperativos multinacionales de los que España forme parte y los concursos internacionales que sean adjudicados a nuestras empresas de defensa", señala.
Además, explica que la contratación de equipos de defensa continuará siendo responsabilidad de los Estados miembros y que el mercado comunitario se encargará de la difusión de los contratos que los Gobiernos europeos firmen y de la supervisión del funcionamiento del propio mercado común.
En este sentido, el Gobierno asegura que quedarán fuera de esta iniciativa de la UE las compras por valor inferior a un millón de euros, los programas cooperativos multinacionales y los de investigación y tecnología, las armas nucleares, los sistemas de propulsión nuclear, el material contra ataques bacteriológicos, los sistemas encriptados de comunicaciones y otros contratos como los firmados por "razones extraordinarias de seguridad nacional".
Tras incidir en que la creación de este mercado común "no va a modificar" las relaciones en materia de defensa entre los Estados miembro de la UE, el Ejecutivo sitúa el gasto español en este capítulo en el 5,5 por ciento del total comunitario.
El Gobierno también hace referencia a la posibilidad de crear un consorcio europeo en el sector naval militar y expresa su posición favorable al respecto. Asegura que ofrecería "evidentes ventajas" para la construcción naval pública al permitir poner en marcha "grandes programas europeos de innovación" y posibilitar que los astilleros comunitarios mantengan su liderazgo. A su juicio, un mercado europeo naval permitiría optimizar los recursos existentes y mantener una carga estable de trabajo, consiguiendo una mejor posición de cara a obtener una cuota de mercado "significativa".
Por último, señala que las actuaciones desarrolladas en el sector naval público español han situado a Navantia en una "sólida" posición tecnológica y comercial para poder participar en los procesos que puedan realizarse en el mercado europeo.
