La ONG acusa a Rabat de reunir a la fuerza a civiles y abandonarlos en la frontera con Argelia
BRUSELAS, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La organización pro Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea que no incrementen su ayuda económica a Marruecos a menos que este país ofrezca garantías de que las operaciones de gestión de la migración pueden llevarse a cabo sin que se cometan abusos contra los inmigrantes y refugiados.
En una carta enviada a los ministros europeos, AI recuerda que los días 23, 25 y 29 de diciembre, la Policía marroquí llevó a cabo violentas redadas con el objetivo de expulsar a los subsaharianos que viven en el país a la frontera con Argel y denuncia que la noticia "pasó casi desapercibida en Europa" al coincidir estas operaciones con las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Según relata la organización, los testimonios recientes de inmigrantes y refugiados que han conseguido volver a Rabat muestran un preocupante panorama que exige una firme respuesta de la UE. Como ocurrió en Ceuta y Melilla en 2005 y 2006, la Policía marroquí reunió a la fuerza a civiles, a quienes obligó a subir a autobuses de línea, y los llevó cerca de la frontera con Argel donde, tras dividirlos en pequeños grupos, los abandonó en diferentes zonas del desierto.
Entre los civiles abandonados sin agua ni comida, había, según Amnistía, hombres, mujeres y menores --algunos de tan sólo once meses--. Para AI, sigue siendo "motivo de grave preocupación" la suerte de aproximadamente un centenar de inmigrantes de los que no se ha vuelto a saber nada desde que los llevaron a la frontera.
"Operaciones como éstas parecen haberse convertido en una constante que la UE no puede permitirse pasar por alto, pues lo único que hace es agravarse: ahora se habla de la cooperación con los países de la UE para justificar los abusos y esta vez también se llevaron a refugiados y solicitantes de asilo", denunció Dick Oosting, director de la Oficina de AI ante la UE.
Según Amnistía, la UE debería alarmarse por las declaraciones de las autoridades marroquíes, que afirman que las operaciones fueron una respuesta a las peticiones de cooperación de la UE y sus Estados miembros para combatir la inmigración irregular. Estas redadas y sus brutales consecuencias deberían servir de clara advertencia a la UE para que actúe con gran precaución cuando coopere con terceros países en el ámbito de la migración, añade en un comunicado.
"Después de lo que acaba de suceder en Marruecos, las recientes declaraciones de la Presidencia alemana de la UE sobre endurecer la postura respecto a la inmigración ilegal exigen una aclaración que despeje cualquier duda respecto a que la UE no tolerará abusos para garantizar la cooperación", afirmó Oosting.
"Los incentivos económicos para la gestión de la migración y las negociaciones sobre un acuerdo de readmisión deben reconsiderarse hasta que la UE tenga garantías concretas de que no se están violando derechos", reclamó. "Si los ministros no responden con un mensaje firme, su actitud se interpretará como un consentimiento para cometer más abusos y, en definitiva, asociar a la UE directamente con tales violaciones", concluyó.
