UE.- Los partidos españoles subrayan el balance "positivo" de 20 años en la UE pero discrepan sobre el camino a seguir

Actualizado: domingo, 1 enero 2006 13:23

El ex ministro Piqué acusa a Zapatero de haber perdido peso en Europa y da por "muerta" la Constitución europea

MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los partidos políticos españoles coinciden unánimemente en hacer un balance "positivo" de la pertenencia de España a la UE, con calificativos como "historia de un éxito", "decisión acertada" o "los mejores 20 años" de nuestra Historia, según afirmaron en declaraciones a Europa Press, pero discrepan sobre el camino a seguir ahora que la UE se ha ampliado a 25 miembros y tiene pendiente resolver la crisis surgida por el rechazo de la Constitución Europea.

La secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, subraya que para los españoles la UE era "un referente de libertad y desarrollo" y el ingreso supuso "dejar atrás una etapa muy negra que era la dictadura". Además, con el ingreso "se cayó ese gran cortinón triste de aislamiento y España entró en el tablero internacional", en palabras del portavoz del PP en la Comisión Mixta para la UE, Roberto Soravilla.

Para el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, la "presencia en la UE ha ayudado a consolidar y a hacer irreversible el proceso democrático iniciado con la transición", y a ello se suma que "durante estos 20 años la sociedad española ha sido, es y seguirá siendo hasta 2013 receptora neta de ayudas europeas que han permitido una transformación social y económica que se ha extendido a lo largo del territorio del Estado".

Pero además, el impacto económico de la adhesión española va más allá de la recepción de fondos, con la entrada en vigor del mercado único y, posteriormente la zona euro, medidas que "obligaron a España a abordar reformas estructurales tradicionalmente cancerosas para la economía española", señaló Duran, aunque recordó que algunos aspectos macroeconómicos, en concreto la inflación, "sigue siendo una losa que todavía pesa y lastra la competitividad" de las empresas españolas.

El eurodiputado de IU Willy Meyer resaltó por su parte que el país "se ha desarrollado muy bien económicamente", fundamentalmente por la "solidaridad de todos los Estados miembros", generosidad de la que "ahora se benefician los países de nuevo ingreso".

Sobre este asunto, el portavoz de Exteriores del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, destacó que España está ahora "en un momento crítico, porque se va a poner de manifiesto si se han sabido gestionar bien estos enormes recursos".

Para ERC está claro que no ha sido así ya que, en palabras del eurodiputado Bernat Joan "no ha existido suficiente cohesión dentro del Estado español en aprovechamiento de los fondos", lo que hace que algunas regiones estén más lejos de la renta media europea. Ello se debe "a la mera estructura del Estado español", argumentó, aprovechando para pedir que se hagan públicas las balanzas fiscales.

Los portavoces consultados por Europa Press coincidieron en que España no sólo ha recibido de la UE, sino que también ha hecho aportaciones a la construcción europea, como la política iberoamericana y mediterránea y la agenda europea en materia de inmigración y lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, el PP acusa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de haber perdido "peso y protagonismo" en el conjunto europeo, "cediendo la dirección estratégica a un periclitado eje francoalemán", en palabras del presidente del PP en Cataluña y ex ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué. "En el último año y medio no se conoce ninguna iniciativa propia para la construcción europea más allá de supeditarse al eje francoalemán", lamentó.

En su opinión sería "muy deseable" que los grandes partidos españoles recuperaran el consenso en política europea, pero "se hace difícil pensarlo porque su política (la del Gobierno) está alejada del gran consenso europeo". "El Gobierno busca aliados que nada tienen que ver con los principios europeos, está más cómodo hablando con Castro, con Chávez, y ahora con Evo Morales que con George Bush o Tony Blair, que comparten estos principios aunque haya discrepancias, que las hay", apostilló.

PELIGRAN ALGUNOS LOGROS

En la misma línea, Soravilla acusó al Gobierno de poner "en peligro" conquistas europeas como el espacio Schengen (supresión de las fronteras interiores de la UE) o toda la política de inmigración común lanzada en Tampere (Finlandia) en 1999 con la "regularización masiva" de inmigrantes. Criticó también al Ejecutivo por haber apoyado una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que lo ha "descafeinado".

Soravilla opina no obstante que en política europea se mantienen "los acuerdos básicos" entre PSOE y PP, pero añade que la misión de la oposición "es denunciar lo que no funciona". "Es difícil defender los intereses nacionales cuando no se tiene claro el término nación", remachó.

Por su parte, Trinidad Jiménez subrayó que el Gobierno socialista "no ha hecho cambios sustanciales" en política europa, y achacó las críticas a que "el PP recurre al rechazo frontal en todos los ámbitos" para hacer oposición. A su juicio, esta falta de consenso no mina la posición española en la UE, porque "el Ejecutivo tiene suficiente fortaleza y capacidad de maniobra".

Los partidos discrepan también en la posición de España en la Unión en los próximos meses y años. "Se abre una nueva etapa para la UE y el papel de España en ella en la que habrá que afrontar la condición de país que llegará a aportar más que recibir", en palabras de Duran Lleida.

Jiménez destacó que "gracias a la defensa que ha hecho el Gobierno, España seguirá siendo receptor neto de fondos hasta el año 2013", mientras Soravilla criticó que Zapatero haya defendido un "modelo de Europa" que se basa en un presupuesto "reducido" para 25 Estados.

RECHAZO DE LA CONSTITUCION

Todos están de acuerdo en que el principal reto es hacer frente a la crisis surgida por el rechazo de la Constitución europea en Francia y Países Bajos. Para Piqué, "es una evidencia que la Constitución está muerta" y hay que ver "qué salida se le da, desde el punto de vista institucional". El PP, que rechazaba el reparto de poder entre Estados contenido en la Constitución, considera que España debe hacer aportaciones "desde una perspectiva europeísta" y que tenga en cuenta el vínculo trasatlántico".

"España debería tomar la iniciativa política y aportar planteamientos propios y liderarlos en el seno de la UE", dijo por su parte Duran Lleida, que apeló a "tener presente que el eje francoalemán es posible que no tenga la fuerza que tuvo en etapas anteriores e incluso que no exista ningún eje potente y permanente". Ello "obliga a España a jugar nuevas bazas", opinó.

También Erkoreka pidió a Zapatero que actúe "en consonancia" con su "compromiso de volver al corazón de Europa" y presente propuestas que aboguen por una mayor integración.

Para Meyer, el problema es que "prevalece la lógica de primar los intereses propios de cada Estado Miembro" en vez de "apostar claramente por culminar la verdadera unidad" en el seno de la Unión Europea, tal y como lo demuestra el "haber dejado la Constitución Europea a medio camino", aunque ésta "rebajaba los derechos constitucionales recogidos en las Constituciones de los países europeos".

Para superar el bache, dijo que es necesario "tener más confianza en los ciudadanos que en los Gobiernos". Si preguntara a todos los ciudadanos europeos el mismo día si estarían dispuestos a formar parte de los "Estados Unidos Confederados Europeos", la respuesta sería "mayoritariamente afirmativa".

A juicio de Joan (ERC), el fracaso de la Constitución es "una oportunidad para introducir mejoras" para dar un papel no sólo a los "Estados y ciudadanos" en la construcción europea, sino también "a los pueblos". Uno de los retos pendientes, dijo, es canalizar la representación ante la UE, "de las naciones claramente diferenciadas en el Estado español, Catalunya y Euskadi".