BRUSELAS, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha recordado este viernes que rechaza los asentamientos israelíes en Palestina, pero también las acciones de boicot comercial a Israel, después de que el Senado de Irlanda aprobase un proyecto de ley para prohibir la importación de bienes y servicios procedentes de los territorios ocupados.
"Estamos leyendo el proyecto de ley y aún está en curso, así que no estoy en posición de comentar nada sobre él ya que el proceso continúa", ha asegurado la portavoz de Exteriores de la Comisión, Maja Kocijancic, aunque ha admitido que la política comercial es competencia de la UE
Además, ha recordado la posición de la UE sobre el conflicto palestino israelí. "Rechazamos los boicots y los intentos de aislar a Israel comercialmente y, al mismo tiempo, en línea con el Derecho Internacional, también rechazamos la soberanía de Israel sobre los territorios ocupados", ha señalado.
Tras conocer la decisión del Senado irlandés, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, pidió el cierre de la embajada del país en Irlanda en protesta por el voto. A este respecto, la portavoz ha insistido en que no comenta "las relaciones bilaterales" entre los Estados.
Por otra parte, Israel ha convocado al embajador de la UE en el país, Emanuele Giaufret, para amonestarlo por sus comentarios en contra de la Ley de Nacionalidad que se está tramitando para consagrar el país como nación-Estado del pueblo judío. Según Giaufret, la norma es discriminatoria, en especial, contra la comunidad musulmana.
Kocijancic no ha respaldado abiertamente las palabras del representante de la Unión, aunque ha defendido la libertad de los diplomáticos comunitarios para expresar su opinión en diferentes contextos.
La portavoz se ha limitado a afirmar que se trata de una "cuestión interna" de Israel y ha recordado que el respeto a los derechos humanos, la democracia, la igualad y el respeto a las minorías son "valores centrales de nuestras relaciones" con otros países.
También ha reiterado la postura de la UE en defensa de la solución de los dos estados para Israel y Palestina, que dibuja las fronteras de 1967 y establece Jerusalén como capital compartida, y que continuará apoyando los esfuerzos en la región "aunque sea difícil".
