Apuesta por aparcar la Constitucion y elaborar un "mini-Tratado"
BRUSELAS, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Interior y candidato a la presidencia francesa, Nicolas Sarkozy, defendió hoy en Bruselas paralizar el proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea mientras el país candidato se niegue a aplicar plenamente el llamado Protocolo de Ankara, que conlleva el reconocimiento de Chipre, con quien no tiene relaciones diplomáticas desde 1974.
"Dado que Turquía es nuestro vecino, nuestro amigo y comparte muchos de nuestros intereses en materia de seguridad y buena parte de nuestros valores, deberíamos profundizar nuestros lazos, pero sin llegar a la adhesión plena y total", expuso Sarkozy en la Biblioteca Solvay de Bruselas, donde pronunció una conferencia titulada 'Una nueva visión francesa para la Europa del futuro'.
En esta línea, continuó diciendo que, si Ankara es candidato a la UE, "debe darse cuenta de que la UE tiene 25 miembros y no 24" y que seguir negando el acceso a barcos y aviones chipriotas "no es aceptable".
"No he dejado de decirlo y lo volveré a decir: Pido suspender la apertura de nuevos capítulos de adhesión con Turquía mientras no ratifique y aplique, de verdad y de buena fe, el Protocolo de Ankara", zanjó el titular galo del Interior.
También se pronunció sobre la situación general que vive la UE después del rechazo francés y holandés al Tratado constitucional. "La crisis está aquí", comenzó diciendo el político conservador que planteó para salir de este 'impás' en que se han sumido los Veintinco, elaborar un "mini-Tratado" para llevar a cabo las reformas institucionales más urgentes. "El Tratado constitucional en su forma actual --argumentó-- no entrará en vigor".
Este texto reducido debería, según explicó ante su auditorio, retomar cuestiones como el sistema de toma de decisiones en asuntos como la lucha contra el terrorismo o la inmigración, donde la regla de la unanimidad paraliza en muchas ocasiones la adopción de medidas a nivel europeo.
"No acepto que los que no quieren avanzar impidan a los demás hacerlo. Un país debería poder decir 'no' sin que ese 'no' obstaculice los proyectos de los demás. No se puede concebir que un sólo Estado miembro impidan avanzar a toda la Unión", alegó. Por ello, propuso crear "grupos" o "avanzadillas" de países en función de los asuntos tratados, siguiendo en cierta medida el modelo del Eurogrupo que reune a los países de la zona euro.
"Que la zona euro continúe reforzándose y que los países ribereños del Mediterráneo se coordinen para definir las medidas más eficaces para luchar contra la inmigración ilegal", ilustró.
Sarkozy planteó, asimismo, reformar la composición de la Comisión Europea porque, a su modo de ver, el sistema de limitar el número de comisarios y el reparto de puestos entre los Estados miembros no garantiza "ni su eficacia ni su legitimidad".
