JUBA (SUDÁN), 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las demandas de los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) de que un funcionario de Sudáfrica ayude a mediar en el proceso de paz entre el Gobierno ugandés y el grupo fueron hoy rechazadas por el Ejecutivo de Kampala.
Las negociaciones, que están teniendo lugar en la ciudad sudanesa de Juba (sur del país), deberían haberse reanudado hoy después de que hayan permanecido paralizadas tres días para permitir a los rebeldes enterrar a un de sus altos comandantes, Raska Lukwiya, que murió a manos del Ejército ugandés el pasado fin de semana.
El LRA envió una carta al Gobierno de Sudáfrica en la que solicitó que participara como mediador en las negociaciones. El pasado miércoles el vicecomendante del LRA, Vincent Otti, cuestionó la neutralidad del mediador jefe, el vicepresidente de la región semiautónoma de Sur de Sudán, Riek Machar, según recoge la Agencia de Noticias de la ONU, Irin.
Sin embargo, el Gobierno ugandés rechazó hoy la postura del LRA. Ruhakana Rugunda, líder de la delegación del Ejecutivo a las negociaciones declaró que el comunicado de los rebeldes "ha demostrado una vez más la falta de confianza en el mediador y quiere que la República Sudafricana participe, lo que es otra contradicción".
"El Gobierno de Uganda desea reiterar su apoyo a la iniciativa de paz que está llevando a cabo el Gobierno del Sur de Sudán. Estamos convencidos de que los mecanismos de mediación por el momento son los suficientes", recalcó.
El Gobierno de Sur de Sudán se declaró ayer totalmente imparcial en la negociación y afirmó que alguno de sus miembros ha contactado con el Tribunal Penal Internacional para tratar de que se levante la orden de arresto internacional que pesa sobre los líderes del LRA, y por la cual estos no se han presentado directamente a las reuniones.
Las negociaciones, que comenzaron el mes pasado, pretenden poner fin a la guerra civil en el norte de Uganda, que se extiende ya por más de dos décadas y que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas y ha desplazado a otros dos millones.
El LRA está encabezado por Joseph Kony, quien aboga por un Gobierno ugandés basado en los Diez Mandamientos, y quien asegura estar guiado por espíritus. Miles de niños han sido víctimas del LRA desde que comenzó el conflicto, al ser secuestrados y forzados a combatir con las tropas de Kony o a convertirse en concubinos de los comandantes rebeldes.
