DUBLIN, 26 Oct. (EP/AP) -
Una investigación sobre la masacre de 1972 de manifestantes católicos por las tropas británicas, conocida como el 'Domingo Sangriento', no será hecha pública hasta finales de 2008 debido al gran número de pruebas que se han recolectado, señalaron hoy familiares de las víctimas.
La pesquisa sobre el 'Domingo Sangriento' lleva en marcha ocho años y medio. El fatídico día tuvo lugar el 30 de junio de 1972, cuando paramilitares británicos mataron a 13 manifestantes católicos e hirieron a otros 15 en Londonderry, provocando la masacre cometida por tropas británicas en todo el conflicto norirlandés. EL presidente de la comisión inglesa que lo investiga, Lord Mark Saville, y sus vicepresidentes canadiense y australiano, enviaron una carta a las familias de las víctimas informando de los últimos retrasos. El panel de tres jueces debería haber terminado la investigación con sus correspondientes conclusiones en 2004.
Sin embargo, en esta última misiva, Saville afirmó que su trabajo implica el estudio de más de 1.500 evidencias escritas o testimonios de 922 personas que se presentaron ante los jueces desde abril de 200 hasta noviembre de 2004 para contribuir al esclarecimiento de los hechos.
John Kelly, cuyo hermano de 17 años resultó muerto en el 'Domingo sangriento' informó de que el presidente de la investigación alertó de que "todo ello se haría a finales del próximo año como muy pronto, y posiblemente se necesite aún más tiempo para completar el informe".
En un principio, tras la masacre, los británicos alegaron estar respondiendo a disparos de miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA), pero cientos de civiles católicos que asistieron a la protesta testificaron que todas las víctimas estaban desarmadas.
Además, ningún militar británico recibió disparos durante la batalla de media hora el el distrito católico de Bogside en Londonderry, que en aquel momento se encontraba bajo control del IRA. Ningún soldado fue castigado por la masacre.
