Ulster.- Más de 300 ex reclusos del IRA prevén denunciar a Londres por prisión injusta y ver revocada su condena

Actualizado: lunes, 25 agosto 2008 16:34

LONDRES, 25 Ago. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

Más de 300 ex miembros del IRA aspiran a lograr la revocación de sus condenas de prisión en compensación a la denuncia que prevén presentar contra el Gobierno británico por encarcelamiento injusto durante el tiempo que se prolongó el conflicto en el Ulster, según informa hoy el diario 'The Guardian'.

Los ex reclusos, en su mayoría del centro norirlandés de Maze, cerrado en el año 2000 tras décadas como prisión de referencia a la que eran trasladados los paramilitares, han consultado ya a expertos en Derecho sobre cómo anular sentencias dictadas, según ellos, por pruebas manipuladas y confesiones bajo tortura y coacción.

El paso está alentado por el éxito del ex director de publicidad del Sinn Fein Danny Morrison a la hora de dar la vuelta a la condena que recibió en 1991 tras el encarcelamiento del informador de la policía Sandy Lynch, después de que la Comisión de Revisión de Delitos recomendase elevar el caso al Tribunal de Apelaciones, que lo absolvió el pasado verano e impuso compensaciones.

Los promotores de la iniciativa pretenden emplear este caso como precedente y entre ellos figurarían un número importante de quienes admitieron oficialmente haber cometido crímenes durante supuestos episodios de tortura o las amenazas que recibieron durante su período bajo custodia.

PROCESOS INICIADOS

En este sentido, una de las organizaciones encargada de velar por los derechos de los en torno a 17.000 republicanos que fueron a prisión durante el conflicto de Belfast confirmó la existencia de un porcentaje que se encuentra ya preparando procesos judiciales para limpiar sus nombres, obtener compensaciones y verse libres de antecedentes penales.

Según explicó el director de Coiste na n-Iarchimi, Michal Culbert, al frente de un grupo de presión de los prisioneros, uno de los objetivos principales es el empleo, puesto que muchos no pueden conseguir trabajo por las penas de cárcel, un problema que se amplía a otras necesidades como la concesión de seguros o de créditos, o a la entrada a países como Estados Unidos, Canadá o Australia.

No obstante, en el movimiento subyace también un interés por lograr una lectura completa del pasado, puesto que, según los implicados, colectivos como el Equipo de Investigaciones Históricas de la Policía revisa asesinatos sin resolver, pero no todas las disfunciones que se produjeron en los edificios policiales contra personas que, en algunos casos, "no tenían nada que ver" con el conflicto.