Las últimas devoluciones a Libia agravan las condiciones en los saturados centros de detención, según MSF

Migrantes trasladados de centros de detención en Trípoli
REUTERS / HANI AMARA - Archivo
Publicado: jueves, 24 enero 2019 10:48

MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los recientes desembarcos de migrantes rescatados en el Mediterráneo en Libia han aumentado la superpoblación que ya existe en los centros de detención y agravado aún más las condiciones en los mismos, según ha denunciado Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha vuelto a defender que el país norteafricano no es un lugar seguro para estas personas.

Según ha explicado la ONG, en las dos últimas semanas sus equipos en Misrata y Joms han observado un aumento marcado en el número de personas mantenidas en los centros de detención tras una serie de desembarcos en las cosas libias. Así, ha precisado, la población en dichos centros pasó de 650 a principios de 2019 a 930 en la actualidad.

Entre las alrededor de 250 personas desembarcadas en los últimos días en Joms y Misrata había niños, bebés y embarazadas y en algunos casos tuvieron que recibir "atención médica urgente", según ha explicado el responsable de las actividades de MSF en estas dos ciudades y en Bani Walid, Julien Raickman.

Estas personas, ha denunciado MSF, se encuentran ahora encerradas en centros de detención que ya estaban superpoblados y que se han visto desbordados con las nuevas llegadas, lo que ha hecho que se deterioren aún más las ya de por sí pésimas condiciones. "Las personas detenidas no tienen virtualmente acceso a un espacio al aire libre y tienen poco acceso a agua potable y comida", ha subrayado la organización, que alerta de que "la comida es insuficiente y totalmente inadecuada para cubrir las necesidades nutricionales de personas con graves situaciones médicas, niños y embarazadas".

Algunos de los recién llegados presentan desnutrición, hipotermia o diarrea grave y en algunos casos han relatado que antes de su viaje infructuoso estuvieron atrapados a manos de las mafias durante semanas o incluso meses, privados de comida y fueron sistemáticamente torturados y sometidos a abusos.

"La gente es devuelta al país del que intentan huir, están desesperados", ha lamentado Raickman, que ha defendido que "necesitan que se les asista y proteja, no que se les envíe de vuelta a un ciclo de detención".

Así las cosas, MSF ha reiterado que "Libia no es un lugar seguro para el retorno de refugiados y migrantes" dados los "niveles de violencia" a los que se exponen en el país. "Va más allá del cinismo el que la UE y sus estados miembros sigan aplicando políticas basadas en la intercepción y el retorno forzoso de personas vulnerables a su detención en Libia, mientras se obstruye a los barcos de búsqueda y rescate que son tan desesperadamente necesarios en el Mediterráneo Central", ha sostenido Sam Turner, responsable de actividades en Trípoli.

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