El número de víctimas ha aumentado un 21 por ciento respecto del año pasado, y han superado los 1.000 fallecidos, 155 de ellos niños.
MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán, la UNAMA, ha registrado un importante aumento de civiles fallecidos por la explosión de artefactos de fabricación casera en todo el país del 1 de enero al 30 de septiembre de 2018.
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2018, la UNAMA documentó 3.634 víctimas civiles (1.065 muertos y 2.569 heridos) por esta clase de explosiones. Estas cifras de víctimas incluyen 247 mujeres (72 muertos y 175 heridos) y 608 niños (155 muertos y 453 heridos). Se trata de un aumento del 21 por ciento en comparación con el mismo período de 2017.
Entre los fallecidos se encuentran estudiantes, deportistas y espectadores, fieles, cooperantes humanitarios, educadores y personal civil del Gobierno para servicios esenciales, así como oficiales que preparan las elecciones del próximo 20 de octubre.
La UNAMA reitera que estos ataques están específicamente destinados a la población civil, en un "crimen de guerra intolerable", según palabras del representante especial del Secretario General de la ONU para Afganistán, Tadamichi Yamamoto.
"Más allá del daño inmediato y directo causado a las víctimas y sus familias, los efectos duraderos de estos ataques no pueden caer en el olvido: causan un sufrimiento insoportable y obligan a la población a anticipar la siguiente explosión, lo que limita enormemente su capacidad de llevar una vida normal", ha añadido Yamamoto, también jefe de la UNAMA.
