MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este miércoles de que cada día unos ocho niños yemeníes podrían ser "asesinados, heridos o reclutados" y ha subrayado que la guerra en Yemen pone a prueba la humanidad de la comunidad internacional, una situación ante la que "estamos fallando".
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha asegurado en un comunicado que "15 millones de niños yemeníes están pidiendo que se salven sus vidas" y ha advertido de que desde el comienzo de la guerra hace cuatro años, 7.300 menores han muerto o han resultado gravemente heridos, una cifra que "sin duda" podría ser más alta.
Fore, que ha hecho alusión a un ataque contra un colegio de la capital yemení, Saná, ha destacado sin embargo que se ha producido un repliegue de los grupos armados en la ciudad portuaria de Hodeida. "Imaginen el dolor que soportaron las familias de los 14 niños que nunca llegaron a casa (...) En cualquier conflicto, los niños son los que sufren primero. Y los que más", ha manifestado.
En este sentido, ha indicado que cada diez minutos aproximadamente muere un niño por una enfermedad que podría haberse evitado. UNICEF señala así que alrededor de 360.000 niños yemeníes sufren malnutrición aguda grave mientras que la mitad de los niños menores de cinco años, alrededor de 2,5 millones, sufren retrasos en el crecimiento, una condición irreversible.
Durante un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Fore ha aseverado que si la guerra continúa "el país puede ir más allá del punto de no retorno". "¿Cuánto tiempo continuaremos permitiendo que Yemen se deslice hacia el olvido?", ha espetado.
Los equipos de UNICEF están trabajando "todo el día", según ha destacado. El año pasado atendieron a 345.000 niños con desnutrición y suministraron agua potable a más de 5 millones cada día.
"Pero este trabajo solo aborda los síntomas de la catástrofe. Para realmente forjar un mejor futuro para Yemen y sus niños, necesitamos su compromiso y su influencia para poner fin ya a esta guerra contra los niños", ha declarado.
Fore ha pedido así que se aumente el apoyo a los esfuerzos del enviado especial de la ONU al país para "alcanzar una solución política negociada, que coloque a los niños en primer lugar".
LA ENCRUCIJADA ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ
El enviado especial de la ONU a Yemen, Martin Griffiths, ha felicitado al jefe de la misión de la ONU por lograr un avance crucial en los últimos años y el repliegue de los grupos armados en Hodeida.
Los rebeldes huthies se han retirado de los tres puertos clave del Mar Rojo en Hodeida "cumpliendo completamente" con lo acordado, tal y como ha afirmado. Esos tres puertos son vitales ya que suponen la puerta de entrada de la mayor parte de la ayuda humanitaria.
"Nunca esperábamos que la implementación de este acuerdo fuera fácil. Pero con el compromiso continuo de los partidos y la coalición, el rápido y decisivo apoyo de este Consejo y la misión de la ONU, hemos visto el primer paso concreto hacia la implementación del Acuerdo", ha explicado Griffiths.
Ahora, estas "acciones concretas" deben seguirse con el repliegue de la otra parte en conflicto y la concesión a Naciones Unidas de un papel en la administración de estos tres puertos. Además, Griffiths ha argüido que el país "sigue en una encrucijada entre la guerra y la paz" y que mientras la retirada de los puertos en Hodeida es una buena señal, el conflicto se está intensificando en otros lugares.
El enviado especial ha hecho hincapié en que solo una reanudación de las negociaciones políticas completas, después de una pausa de tres años, puede brindar el tipo de solución integral que necesita Yemen. "Estas negociaciones requerirán paciencia, buena fe y, por supuesto, concesiones que van más allá de lo que hemos visto antes", ha añadido.
Por otra parte, ha advertido de que "la facilidad con la que se pueden revertir los avances es aterradora" y ha solicitado a los miembros del Consejo que "insten a las partes a trabajar rápidamente" con el general Michael Lollesgaard, quien encabeza la misión de la ONU, sobre la retirada de las tropas.
"Estas negociaciones deben ser protegidas de la amenaza de guerra. No podemos permitir que la guerra saque a la paz de la mesa ", ha concluido.
LA HAMBRUNA CONTINÚA
El Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Mark Lowcock, ha dicho a los miembros que 10 millones de personas todavía necesitan asistencia alimentaria mientras el "espectro de la hambruna continúa en el horizonte". Además, 300.000 personas se han contagiado de cólera en lo que va de año, en comparación con las 370.000 que lo padecieron durante todo 2018.
Lowcok ha insistido en que los combates continúan afectando las operaciones de ayuda y ha aseverado que los trabajadores humanitarios se ven obligados a utilizar "un mosaico de carreteras secundarias, llenas de pasos de montaña, que pasan a menudo por zonas inseguras con numerosos puestos de control".
Según datos de la ONU, en febrero y marzo más de 900.000 civiles se vieron afectados por las restricciones de acceso a la ayuda.
