BRUSELAS, 24 Abr. (Reuters/EP) -
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha alertado este martes de que la ayuda alimentaria para el millón de personas que viven en la Franja de Gaza se acabará hacia junio si no consigue 200 millones de dólares en estos meses.
En Gaza "ya hay una comunidad muy frágil", por lo que, si la ayuda deja de llegar, "puedes imaginar los efectos que tendrá, ha dicho el presidente de UNRWA, Pierre Kraehenbuehl, en una entrevista concedida a Reuters en el marco de la conferencia de donantes internacionales sobre Siria que se celebra en Bruselas.
Kraehenbuehl ha atribuido los problemas económicos de UNRWA a la decisión de Estados Unidos de retirar los fondos a la agencia de la ONU, como parte de su nueva política hacia el conflicto entre israelíes palestinos. En enero dijo que retiraría 56 millones de dólares pero, de acuerdo con Kraehenbuehl, ha retenido 305 millones de dólares.
Los países del Golfo, Noruega y Canadá han aportado 200 millones de dólares en total para ayudar a alcanzar la meta presupuestaria de 465 millones de dólares que estaba prevista para 2018 contando con el dinero estadounidense, pero aún así es insuficiente.
Este desajuste deja un vacío de 200 millones de dólares que la UNRWA necesita llenar cuanto antes para garantizar el suministro de arroz, azúcar y harina al enclave palestino y para financiar colegios tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania durante los próximos meses. "Es nuestra mayor crisis financiera", ha subrayado.
Kraehenbuehl ha advertido de que podría haber mayor inestabilidad en Gaza si las condiciones económicas empeoran. En las últimas semanas, decenas de palestinos se han manifestado en la frontera con Israel para reivindicar el derecho de los refugiados palestinos a volver a su tierra. Más de 30 personas han muerto por la represión de las protestas.
El jefe de la UNRWA se ha mostrado consciente de que la crisis gazací tiene difícil competir en términos de donaciones internacionales con otras crisis humanitarias como las de Siria, Yemen, Birmania, Afganistán o República Democrática del Congo, entre otras, si bien ha insistido en que es urgente reunir los fondos.
Kraehenbuehl ha vuelto la mirada al sector privado para conseguir el dinero. El cooperante suizo confía en que las donaciones, sobre todo las procedentes de países musulmanes, se aviven con la llegada del Ramadán, que este año se celebrará entre mayo y junio.
