Vaticano.- Martínez Camino reitera que la beatificación de mártires "no tiene nada que ver con ninguna agenda política"

Actualizado: viernes, 5 octubre 2007 22:51

ROMA, 5 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, reiteró hoy en Roma que la próxima beatificación de casi medio millar de mártires del siglo XX en España prevista para el próximo 28 de octubre en la plaza San Pedro del Vaticano "no tiene nada que ver con ninguna agenda política".

Martínez Camino hizo estas declaraciones durante un acto académico organizado por la CEE en el Pontificio Instituto Agustiniano de Roma, en el que también participaron el profesor universitario y presidente de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, que a su vez es autor del libro 'El siglo del martirio', y el estudioso de la Historia de la Iglesia en España, Vicente Cárcel Ortí.

El secretario general de los obispos españoles insistió en que la Iglesia seguirá actuando conforme a "su propio calendario", que es "independiente" del de la política, y que, de hecho, empezó hace 20 años, con las primeras beatificaciones y canonizaciones de mártires españoles de este periodo histórico.

En este sentido, recordó que, además de los mártires ya beatificados --que suman un total de 977, contando con la beatificación del próximo 28 de octubre-- ya hay en marcha otros 2.000 procesos, sin contar otros muchos casos que son "susceptibles de ser reconocidos en el futuro" y que podrían ascender a unos 10.000, según concretó.

En este sentido aclaró que con esta beatificación no se pretende cultivar ninguna "megalomanía", sino que el elevado número de mártires --la mayor de toda la historia de la Iglesia-- es consecuencia del sistema coordinado y simplificado puesto en marcha hace cuatro años para impulsar las causas, dada la complejidad de llevar adelante los procesos por separado.

Con todo, Martínez Camino valoró la beatificación como una "gran fiesta" y una "página luminosa" que se inscribe no ya en la historia peculiar de España sino "en la de los martirios del siglo XX" en toda Europa, como consecuencia de "los grandes totalitarismos del XX" y por tanto convirtiéndose en "una página de toda la Iglesia".

Por otro lado, el portavoz del episcopado español insistió en que los mártires asesinados en el contexto de la Guerra Civil española no dieron la vida por una ideología sino únicamente "por causa de la fe". Así, los nuevos beatos "hubieran salvado la vida sólo con que hubieran dicho una palabra" o hubieran obedecido a quienes les decían "pisa el crucifijo, blasfema, di que no eres cristiano".

En este sentido, el asesinato de estas personas es distinto del de las personas que murieron como consecuencia los "bombardeos, en los frentes o en el campos de batalla", puntualizó. Asimismo, señaló que "todo el mundo puede abrir una causa de beatificación", ya que no existe "ninguna condición de tipo ideológico" para hacerlo.

En cuanto al número de personas que se espera que acudan, Martínez Camino concretó que de España vendrán al menos 20.000 peregrinos, así como casi todos los obispos españoles, 72 de los cuales ya han confirmado su participación.

Asimismo, el elevado número de fieles que se espera que acuda justifica el hecho de que se realice en la plaza San Pedro en lugar de en la basílica de San Pablo Extramuros, donde "sólo caben 8.000 personas de pie".

MÁS FASCISTAS QUE LOS FASCISTAS CONTRA LOS QUE LUCHARON

Por su parte, el historiador español Vicente Cárcel Ortí contextualizó la cruenta persecución religiosa desatada en España durante los años de la II República, asegurando que los rojos acabaron siendo "más fascistas que los fascistas contra los que luchaban".

Según el historiador, quienes impulsaron esta persecución pertenecían a un "sistema verdaderamente fascista" porque a través de sus acciones "venía cada día ultrajada la consciencia cristiana de los creyentes".

Con todo, Cárcel Ortí hizo hincapié en la dificultad que conlleva contar la historia precisamente porque "la imparcialidad no existe, estamos todos condicionados" y a fin de cuentas, la historia "es ideología", un instrumento con el que se dice "lo que yo habría querido que fuera", siendo esto "todavía evidente" en el caso de España.

Por su parte, Riccardi recordó el impulso especial que dio el Papa Juan Pablo II a los procesos de los mártires que durante el siglo XX murieron en distintos puntos de Europa a causa de su fe, movido por su propia experiencia, dado que conoció "personalmente la tragedia de la guerra y de la persecución".