ROMA, 15 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El Papa Benedicto XVI lanzó hoy la voz de alarma por el peligro de desertización que se extiende en amplias áreas del planeta, durante la homilía de la misa del Corpus Christi celebrada en la Basílica de San Juan de Letrán.
El Pontífice durante su homilía habló del vino y del pan elegidos por Jesús en la última cena y símbolos de la Eucaristía y explicó que "el pan es fruto de la tierra y del cielo, del sol y de la lluvia y también del agua, que no podemos producir nosotros".
"Sentimos hablar de desertificación donde hombres y animales mueren de sed. El hecho de que la tierra nos de estos frutos no es nuestro mérito y sólo el Creador podría dar la fertilidad". Después el Papa habló de la Eucaristía y la definió "el pan de los pobres". "Un pequeño trozo de pan que a través del sacrifico de Jesús nos lleva a la unión con el Creador", añadió.
El Papa también afirmó que la "humanidad está atormentada por hambre física y psíquica" y pidió la intervención de Dios para que dé "trabajo, luz y a Él mismo" para sanar las heridas que afligen a los hombres.
Tras la ceremonia en San Juan, el Papa realizó la tradicional procesión hacia la Basílica de Santa María la Mayor. Allí le estará esperando el nuevo embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, que le acompañará al entrar en el templo.
Se trata del primer acto oficial con el Pontífice del nuevo embajador de España después de que éste presentara las credenciales el pasado 20 de mayo.
Con este acto se reanuda una tradición multisecular entre España y la Basílica de Santa María la Mayor, de la que es Protocanónigo el Rey y que tiene una antigua relación con los monarcas españoles ya que la parte dorada del espectacular techo de la basílica fue realizada con el oro que provenía de América, ofrecida por los Reyes católicos Isabel y Fernando al Papa Alejandro VI.
