Los vecinos de Afganistán temen una crisis de refugiados en caso de retirada de EEUU

Soldados estadounidenses y afganos en Nangarhar
REUTERS / JAMES MACKENZIE
Publicado: martes, 1 enero 2019 15:17

KABUL, 1 Ene. (Reuters/EP) -

Los vecinos de Afganistán, pillados fuera de juego por las informaciones de que Estados Unidos prevé retirar miles de efectivos del país, han comenzado a prepararse para el riesgo de que la salida pueda provocar que a cientos de miles de refugiados crucen sus fronteras, según fuentes diplomáticas.

Alarmados por la posibilidad de una retirada caótica, diplomáticos de los países vecinos que han estado discutiendo con los responsables estadounidenses en Kabul han dicho que están reevaluando políticas y podrían incrementar los preparativos en la frontera.

"En este punto no hay claridad sobre la retirada pero tenemos que mantener un plan de acción claro listo", ha dicho un diplomático asiático destinado en Kabul. "La situación puede pasar de mala a peor muy rápido", ha subrayado.

Un portavoz de la Casa Blanca dijo la semana pasada que el presidente estadounidense, Donald Trump, no había dado instrucciones al Pentágono para retirar tropas de Afganistán, pero la Administración no ha negado la informaciones que apuntan a que Estados Unidos retirará casi la mitad de los 14.000 efectivos que tiene actualmente desplegados.

Las informaciones se producen en medio de la intensificación de los gestos hacia negociaciones de paz en Afganistán. El enviado especial estadounidense, Zalmay Khalilzad, se reunió con representantes talibán el mes pasado y discutieron sobre una futura retirada de tropas así como propuestas para un alto el fuego.

Pero incluso entre las potencias regionales como Irán, Pakistán o Rusia que hace tiempo que se muestran suspicaces de que Estados Unidos quiere bases permanentes en el sur de Asia, tampoco parece haber ganas de una repentina retirada de las tropas estadounidenses, según los expertos.

NADIE QUIERE UNA RETIRADA ABRUPTA

"Aunque las noticias de una potencial reducción de tropas estadounidenses pueden ser una razón para un optimismo cauto en la región, no quieren una retirada abrupta", subraya Graeme Smith, cosultor de International Crisis Group (ICG).

"Todas las partes reconocen que una retirada precipitada podría desencadenar una nueva guerra civil que desestabilice la región. A los vecinos no les gustan las sorpresas y las señales de incertidumbre que llegan desde Washington están provocando ansiedad", subraya el experto.

Estados Unidos, que envió tropas a Afganistán tras los atentados del 11-S en 2001 y en el punto álgido de su despliegue llegó a tener más de 100.000 efectivos, retiró buena parte de sus fuerzas en 2014 pero aún mantiene a unos 14.000 hombres en el marco de la misión de la OTAN que ayuda a las fuerzas de seguridad afganas y combate a los milicianos.

Precisamente, el principal general estadounidense en Afganistán ha dicho que 2019 va a ser un año interesante. "En numerosas capitales está en curso una revisión de la política, hay conversaciones de paz, los actores regionales están presionando a favor de la paz, los talibán están hablando de paz, el Gobierno afgano está hablando de paz", ha sostenido el general Scott Miller, comandante estadounidense de la fuerza de la OTAN en el cuartel general de la misión 'Apoyo Decidido' en Kabul.

PAKISTÁN E IRÁN ADOPTAN MEDIDAS

Pakistán, que ya estaba trabajando en una valla en sus 1.400 kilómetros de frontera común y el despliegue de una fuerza paramilitar de 50.000 hombres a lo largo de la misma, se está preparando para un nuevo flujo de refugiados en caso de desorden.

"Se establecerán campamentos cerca de la frontera para gestionar una nueva oleada de refugiados afganos y migrantes ilegales y no se permitirá que los afganos establezcan residencias ilegales en Pakistán", ha dicho un responsable, que ha hablado bajo condición de anonimato.

Afganistán, que comparte frontera con Pakistán, Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayijistán y China, ya es el segundo país emisor de refugiados, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que unos 1,4 millones de afganos indocumentados viven en Pakistán y posiblemente 1,2 millones lo hacen en Irán.

Mientras que miles de afganos indocumentados han sido empujados fuera de Irán por las recientes turbulencias políticas y económicas en el país, responsables iraníes en Kabul afirman que temen que una retirada estadounidense repentina pueda revertir esa tendencia.

"Estamos trabajando estrechamente con el Gobierno afgano para impedir que los afganos entren en nuestro país. No queremos usar la violencia para pararles, pero una retirada repentina estadounidense llevará a una crisis", ha advertido un responsable iraní.

Aunque Turquía no comparte frontera con Afganistán, numerosos afganos llegan al país desde Irán para trabajar como pastores, agricultores o en el sector de la construcción. Otros lo usan como punto de tránsito para intentar llegar a Europa.

"No hemos cerrado nuestra puerta pero el número de inmigrantes ilegales está aumentando a diario", cuenta Mehmet Ozgur Sak, segundo secretario de la Embajada turca en Kabul. En 2018, la Policía turca interceptó a 90.000 afganos que estaban intentando entrar en el país con documentos falsos o con la ayuda de traficantes, el doble que en 2017.

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