Venezuela.-Pérez Esquivel cree que "para callar a Chávez se necesita más de un rey" cuando tampoco pudo hacerlo el Bush

Actualizado: martes, 13 noviembre 2007 23:25

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

El premio Nobel de la Paz en 1980, Adolfo Pérez Esquivel, se refirió hoy a la polémica desatada el pasado fin de semana en la Cumbre Iberoamericana por el enfrentamiento entre el monarca español, Don Juan Carlos I, y el presidente de Venezuela y se mostró convencido de que "para callar a Chávez se necesita más de un rey".

En su intervención en Santiago de Compostela en el ciclo 'Conversas con' promovido por la Vicepresidencia de la Xunta, Pérez Esquivel recordó que ni siquiera el presidente de Estados Unidos, a quien calificó como el "emperador Bush", fue capaz de "callar" al mandatario de la República Bolivariana.

En este contexto, el escultor, galardonado por la Academia sueca por su defensa de los Derechos Humanos el Latinoamérica, evaluó las relaciones de poder y cuestionó conceptos como el de Primer Mundo o Tercer Mundo cuando, a su juicio, "se trata de uno solo mal distribuido". "Eso es todo", aseveró.

En una conferencia en la que abordó la trayectoria de pueblos con "historias no contadas pero sí vividas", el pacifista lamentó el "poder de dominio mundial" ejercido por países hegemónicos como Estados Unidos y sus efectos en la generación de guerras en Irak, Afganistán o América Latina.

LACRA.

En este sentido, se preguntó "hasta cuándo esta lacra, esta situación de intolerancia" y, tras recordar que la entrada del Ejército norteamericano en Bagdad se produjo pese a una contestación mundial generalizada, subrayó que el conflicto "se lleva a cabo aún hoy".

Por eso, aprovechó para cuestionar la concepción de democracia y advirtió de que "no se trata de poner el voto en una urna, sino de lograr la igualdad para todos". En consecuencia, abogó por "recuperar este sentido" de la palabra y admitió que la relación entre poder y dominio "no es únicamente la que ejerce Bush o Putin", puesto que también se da en la "vida cotidiana".

Por tanto, propuso un "cambio de rostro" a escala mundial, en la que denunció que la propia articulación de la ONU "no es democrática", puesto que está controlada por "cinco grandes potencias" que mantienen incluso la "deuda externa" a países en proceso de desarrollo, apadrinados por el Fondo Monetario Internacional y el Club de París. "La deuda eterna, que le llamo yo", concluyó.