Mike Pence
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Publicado: lunes, 22 enero 2018 3:20

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha llegado en la noche de este domingo a Israel, en el marco de una visita a la región en la que no se reunirá con líderes palestinos, que se han negado a ello tras la decisión de Washington de reconocer Jerusalén como capital de Israel.

Pence ha sido recibido en el Aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv por el ministro de Turismo de Israel, Yariv Levin, y el embajador estadounidense en el país, David Friedman, según ha informado el diario local 'Yedioth Ahronoth'.

Horas antes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, describió a Pence como "un gran amigo del Estado de Israel", agregando que trataría con el los esfuerzos "para detener la agresión de Irán, el programa nuclear de Irán y las vías para mejorar la paz y la seguridad en la región".

El vicepresidente estadounidense ha llegado a Israel desde Jordania, donde el rey del país, Abdalá II, ha expresado ante él su preocupación por la decisión de Washington de reconocer Jerusalén como capital de Israel, recalcando que Jerusalén Este debe ser la capital del futuro Estado palestino.

Durante la visita de Pence a Amán de este domingo, el monarca hachemí ha subrayado que la única solución viable para el conflicto palestino israelí es la solución de los dos estados y ha advertido que el reconocimiento de Jerusalén como capital por parte de Estados Unidos podría alimentar el radicalismo y fomentar las tensiones entre musulmanes y cristianos.

"Para nosotros, Jerusalén es clave para musulmanes y cristianos, igual que lo es para los judíos. Es fundamental para la paz en la región y fundamental para que los musulmanes podamos combatir eficazmente las causas de la radicalización", ha argumentado.

Pence, por su parte, ha reconocido tras el encuentro con el rey Abdalá II que "están de acuerdo en que disienten" en lo que respecta a Jerusalén.

Toda Cisjordania, incluido Jerusalén Este, estuvieron bajo control jordano entre 1948 y 1967, pero fue conquistada militarmente por Israel en 1967 y desde entonces es territorio ocupado conforme al Derecho Internacional, por lo que su colonización o anexión administrativa constituye un crimen de guerra conforme a las Convenciones de Ginebra.

El reconocimiento estadounidense de la Ciudad Santa como capital israelí ha dinamitado cualquier expectativa de paz. Este gesto de la Administración de Donald Trump ha acabado con el consenso internacional acerca de la necesidad de que el estatus de Jerusalén se decida en unas eventuales negociaciones de paz.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en diciembre una resolución --con el apoyo de 128 de los 193 países de la ONU-- en la que insta a Estados Unidos a dar marcha atrás. La Organización para la Cooperación Islámica, por su parte, ha reconocido Jerusalén Este como capital palestina y ha animado a la comunidad internacional a seguir su ejemplo.

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