MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
World Vision ha expresado este lunes su "honda preocupación" por los miles de centroamericanos que marchan en caravana hacia Estados Unidos, exigiendo a los gobiernos de los países implicados --El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y México-- un "trato humanitario" a los migrantes, especialmente a los niños.
La ONG ha destacado que "la caravana la conforman mayoritariamente grupos familiares --madres, padres, hijos y hasta abuelos--" que "aducen como motivo de su migración la mejora en sus condiciones y medios de vida y escapar de la inseguridad, particularmente del reclutamiento forzado de los jóvenes por parte de pandillas y grupos criminales".
En ese contexto, las oficinas de World Vision en El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y México han pedido a los gobiernos de estos países "garantizar el pleno respeto de los Derechos Humanos de las personas migrantes en tránsito, destino y retorno, mediante un trato justo".
Así, les ha urgido a "articular los esfuerzos de política pública que garanticen el pleno respeto de los Derechos Humanos" de los migrantes y, en concreto, a "fortalecer, dotar de recursos y coordinar a nivel subregional los sistemas de protección de la niñez nacionales".
World Vision ha llamado la atención sobre la necesidad de "prohibir a toda costa la separación de las personas menores de edad de sus padres, madres o cuidadores". El presidente estadounidense, Donald Trump, separó a los niños migrantes de sus familias en la anterior ola migratoria, si bien finalmente tuvo que revertir la medida.
La ONG, por su parte, se ha comprometido a seguir colaborando con dichos países para proporcionar "un trato humanitario en el caso del retorno y reinserción" mediante acciones concretas como "el fortalecimiento de los sistemas de protección de la niñez" y "la erradicación de una cultura que perdura la violencia".
CARAVANA DE MIGRANTES
La caravana de migrantes, que partió el 13 de octubre de la ciudad hondureña de San Pedro Sula con el objetivo de llegar a Estados Unidos, arribó el pasado viernes a la frontera de Guatemala con México habiendo engrosado sus filas hasta sumar más de 7.000 personas.
Los migrantes se toparon con una valla metálica y un cordón policial en el puente internacional Rodolfo Robles, medidas de seguridad que no suelen estar. La mayoría pasó de forma ordenada, si bien entre 2.000 y 3.000 cruzaron forzando la valla o lanzándose directamente a las aguas del río Suchiate, frontera natural.
Ya en suelo mexicano, los migrantes pretenden seguir avanzando hacia Estados Unidos. El presidente, Donald Trump, ha puesto en "alerta" a la Guardia Fronteriza y al Ejército y ha anunciado la retirada de "la ayuda masiva" que la potencia norteamericana da a Honduras, Guatemala y El Salvador.
