DUBAI, 16 Mar. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, considera que la nueva ronda de conversaciones con la comunidad internacional sobre el programa nuclear de la república islámica será más difícil que las anteriores porque se pondrán sobre la mesa temas especialmente sensibles como el proceso de construcción del reactor de agua pesada de Arak.
"Esta nueva ronda va a ser más seria y más dura", según Zarif. El ministro es de la opinión, como también lo son sus homólogos internacionales, de que las conversaciones del martes en Viena "no desembocarán en un acuerdo", teniendo en cuenta que la fecha límite para llegar a un pacto definitivo, fijada para el mes de julio, todavía queda relativamente lejos.
El Parlamento iraní ya ha advertido de que se opone mayoritariamente a la imposición de obstáculos en la construcción del complejo de Arak, según la declaración emitida hoy por el Majlis, y firmada por 220 de sus 290 diputados. "Los negociadores no deberían aceptar ninguna prohibición al respecto", apuntaron.
El reactor es considerado por Estados Unidos y sus aliados como una fuente potencial de enriquecimiento de uranio y, en términos generales, como un obstáculo para las conversaciones, que intentan por lo menos precisar la verdadera naturaleza del programa nuclear iraní, que según Teherán tiene un propósito pacífico y civil.
