Ali Zeidan, primer ministro de Libia
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Actualizado: viernes, 14 febrero 2014 13:10

TRIPOLI, 14 Feb. (Reuters/EP) -  

   El primer ministro libio, Alí Zeidan, ha asegurado este viernes que el Gobierno está a salvo y que la seguridad está bajo control, rechazando así el llamamiento hecho por un comandante militar a disolver el Parlamento y a "rescatar el país".

   El general de División Jalifa Haftar, un comandante militar destacado por su contribución a la caída del régimen del coronel Muamar Gadafi en 2011, ha exigido este viernes la suspensión del Parlamento interino y la creación de un gobierno de transición hasta la celebración de elecciones.

   "Libia está estable. El Congreso Nacional General (CNG) está haciendo su trabajo, al igual que el Gobierno. El Ejército está en sus cuarteles, y Jalifa Haftar no tiene ninguna autoridad", ha asegurado Zeidan en declaraciones a Reuters.

   "Ninguna unidad militar se ha movido hacia ninguna institución", ha añadido el primer ministro, prometiendo que se iniciarán procedimientos legales en virtud de la legislación militar contra Haftar tras su declaración.

   El general Haftar fue uno de los principales comandantes en la lucha contra las fuerzas bajo mando de Gadafi pero se desconoce qué influencia tiene en el seno del Ejército libio, en un país marcado por la persistencia de milicias armadas procedentes del conflicto.

"SALVAR" AL PAÍS

   "El mando nacional del Ejército libio ha creado un movimiento para impulsar una nueva hoja de ruta", ha afirmado el general Haftar, en una declaración en la que ha asegurado que las Fuerzas Armadas están interviniendo para "salvar" al país de una revuelta. "Celebraremos reuniones con diferentes partidos políticos y grupos sobre el desarrollo de esta hoja de ruta", ha afirmado.

   Desde la caída de Gadafi, Libia ha vivido un periodo de inestabilidad, con un Gobierno frágil y unas fuerzas armadas incapaces de imponer su autoridad en todo el territorio por la negativa de las milicias que rechazan desarmarse.

   Haftar fue en su día aliado de Gadafi, pero rompió con él por la guerra con Chad en los 1980. Posteriormente se exilió en Estados Unidos, pero regresó para ser uno de los comandantes de las fuerzas durante la revolución de 2011.

   El CNG está profundamente dividido por las disputas entre la nacionalista Alianza de Fuerzas Nacionales y los islamistas del Partido Justicia y Construcción, que está vinculado con los Hermanos Musulmanes, y el movimiento Al Wafaa.

   Desde su elección en 2012, es cada vez más impopular enter los libios, que consideran que el Parlamento ha hecho pocos progresos en la transición hacia la democracia. Además, la tensión ha aumentado después de que se haya ampliado su mandato inicial, que expiraba el 7 de febrero. Sus miembros acordaron ampliarlo para permitir que una comisión especial de estabilidad redacte el borrador de Constitución.