Zelaya
Reuters
Actualizado: lunes, 20 julio 2009 10:21


TEGUCIGALPA, 20 Jul. (Reuters/EP) -

El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró anoche (hora española) que nadie impedirá su retorno al país centroamericano, a pesar del fracaso de las negociaciones celebradas este fin de semana en Costa Rica entre sus representantes y una delegación del Gobierno 'de facto'. Una mesa de diálogo que tenía como objetivo buscar una salida a la crisis política que vive el país con la mediación del presidente costarricense, Óscar Arias.

"No me lo puede impedir absolutamente nadie", dijo Zelaya en una entrevista exclusiva a Reuters en Manuagua. El mandatario derrocado y expulsado del país por el Ejército hondureño el pasado 28 de junio dijo, sin embargo, que no tenía decidida la fecha en la que regresará a su país.

El Gobierno 'de facto' se negó a aceptar la propuesta presentada por Arias porque considera "inaceptable" la vuelta al poder de Zelaya e indicó que sólo aceptaría su regreso si lo hace para enfrentarse al poder judicial hondureño.

Los representantes de ambas delegaciones dieron por concluidas las negociaciones ante la falta de acuerdo, aunque Arias solicitó un plazo de 72 horas más para tratar de convencer a los dirigentes interinos de la necesidad de que Zelaya regrese al frente de un gobierno de concentración nacional para evitar así "un derramamiento de sangre".

Preguntado por la solicitud de Arias, Zelaya indicó que "no hay que cerrar puertas nunca" y reiteró su decisión de volver a Honduras aunque los dirigentes 'de facto' hayan amenazado con detenerle y procesarle. "Mi retorno es sin condiciones. Yo soy de allí, allí nací, allí está mi cargo y allí está mi familia", afirmó.

"Es mi derecho. Si me pregunta si estoy dispuesto a renunciar a regresar, la respuesta es no. No puedo renunciar a ese derecho", agregó. La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una resolución el pasado 4 de julio en la que exigía el retorno al orden constitucional en Honduras y el retorno pacífico de Zelaya al poder.

Los negociadores del Gobierno hondureño 'de facto' presentaron una contrapropuesta de siete puntos a la realizada por Arias en la que exigían el enjuiciamiento del presidente depuesto Manuel Zelaya, que no sería restituido, la creación un gobierno de unidad nacional y la creación de una "comisión de la verdad" que investigue los hechos anteriores y posteriores al golpe de Estado del 28 de junio.

El pasado 5 de julio, un día después de que la OEA solicitase su reposición, Zelaya trató de retornar a su país. Pero el Ejército se movilizó para evitar su aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Tocontín, en Tegucigalpa. Un joven de 19 años murió aquel día como consecuencia de los enfrentamientos entre los seguidores de Zelaya que esperaban la llegada del mandatario depuesto y el Ejército.

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