Zimbabue.- El Gobierno de Mugabe lanza una segunda 'operación de limpieza' para erradicar suburbios "ilegales" en Harare

Actualizado: sábado, 17 junio 2006 0:42

Los medios de comunicación critican la amenzas del ministro de Información contra periodistas locales por informar para el extranjero

HARARE, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Cuando se acerca el invierno en Zimbabue, el Gobierno de Zimbabue que dirige Robert Mugabe ha lanzado la segunda 'operación limpieza' para eliminar de la capital todas las casas y puestos callejeros de Harare, en lo que considera un intento de "limpiar" la ciudad". La primera de esta operaciones, llevada a cabo el año pasado, dejó a 700.000 personas sin hogar y sin puesto de trabajo.

Las demoliciones comenzaron ayer, según recoge hoy la agencia de noticias de la ONU, Irin, cuando excavadoras de la Policía municipal llegaron al suburbio de Glen Norah en Harare y comenzaron a eliminar todas las estructuras "ilegales". De momento, hay más de 400 afectados, entre ellos muchos niños.

El pasado invierno (verano en el hemisferio norte), el Gobierno lanzó la campaña 'Eliminemos la basura' en ciudades de todo el país. La campaña de demoliciones dejó a más de 700.000 personas en la calle o sin fuente de ingresos y recibió numerosas condenas por parte de organizaciones internacionales, incluida la ONU.

Las autoridades han declarado que la gente que se está quedando sin lugar de residencia en las áreas urbanas debe regresar a sus pueblos de origen, pero, pese a que muchos lo han hecho, los descendientes de trabajadores de Mozambique, Malaui y Zambia que emigraron a ciudades han quedado literalmente 'sin techo'.

El alcalde de Harare, Sekesai Makwavarara, informó a los residentes del comienzo de la nueva operación afirmando que "como residentes tendrán el apoyo de la alcaldía y el Gobierno cuando se emprenda el ejercicio de limpieza".

Hace dos semanas, el Gobierno lanzó la 'Operación Recogida', por la que niños de la calle y personas 'sin techo' fueron cogidas de las calles y abandonadas en una granja de las afueras de Harare.

El portavoz de la Asociación de Residentes de Harare, Precious Shumba, declaró que el grupo está tratando de ayudar a los afectados. "Tratamos de obtener ayuda para la gente, como alimentos y mantas, especialmente porque esta desafortunada operación ha sido lanzada de nuevo en mitad del invierno", señaló.

Las organizaciones humanitarias han condenado las últimas demoliciones. Coalición Crisis, que engloba a varias ONG, declaró que "debemos defender unidos nuestros derechos, que no son regalos privilegiados sino derechos inalienables". "Nadie, independientemente de su clase social, política o económica debe tener derecho a arrojar las vidas e los ciudadanos de este país a la miseria", manifestó la ONG.

Por su parte, el portavoz de la oposición Movimiento por el Cambio Democrático, Gabriel Chaibva, también condenó la destrucción de casas, asegurado que los funcionarios de Harare han demostrado "su insensibilidad y fuerza brutal con los pobres". "Las demoliciones se han llevado a cabo en el frío invierno, cuando está claro que las víctimas, especialmente niños y ancianos, quedan expuestos a la intemperie", denunció.

AMENAZAS A PERIODISTAS

En otro ámbito de los problemas que acosan al país africano, que una vez fue uno de los más desarrollados de Africa, las organizaciones de medios de comunicación criticaron hoy las amenazas vertidas por el Ministro de Información, Tichaona Jokonya, contra los periodistas.

Durante una rueda de prensa celebrada esta semana, Jokonya comentó, en referencia a los "periodistas poco patrióticos", que "el fin de un traidor siempre es la muerte". "Lo desafortunado de un traidor es que muere a cargo de su propia gente y de la persona a la que sirve. Nuestro problema con los medios es que no tenemos un cordón umbilical. Si no lo tienes sirven a cualquier amo", afirmó.

El director del Instituto de medios de Africa del Sur, Rashwheat Mukundu, calificó las declaraciones del ministro de "desafortunadas" y añadió que en su opinión el ministro "no es sincero cuando acusa a los periodistas de ser traidores". "Ser patriota no tiene nada que ver con ser fiel a un líder concreto o partido político", afirmó.

Asimismo sugirió que si el Gobierno de Mugabe quiere evitar que los periodistas trabajen para medios extranjeros, debe reabrir los periódicos cerrados como resultado de las opresivas leyes de prensa que rigen en el país, lo que crearía oportunidades de empleo en Zimbabue.

Cuatro periódicos, incluido el de mayor tirada ('The Daily News') han sido clausurados desde 2003, así como las estaciones de radio independientes, como resultado de la restrictiva Ley de Servicios de Radiodifusión.

Por su parte, el vicepresidente de la Unión de Periodistas de Zimbabue afirmó que las críticas del Gobierno parecen "inconsecuentes" y que el Ejecutivo continúa "disparándose a sí mismo en los pies".