HARARE, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, solicitó a todos los grupos políticos que hagan lo posible para garantizar la celebración de elecciones presidenciales pacíficas de cara al año próximo, asegurando que los comicios serán libres y transparentes.
"No queremos violencia durante la campaña electoral, queremos que ésta se desarrolle de manera pacífica", dijo el presidente durante el discurso en Harare, frente a 10.000 delegados de su partido ZANU-PF que le declaró candidato a las elecciones presidenciales del próximo año. Mugabe hizo referencia al Movimiento para el Cambio Democrático (oposición) asegurando que las elecciones se realizarán en libertad.
Sin embargo, sí que levantó cierta polémica a la hora de atacar la posición de Reino Unido, que se negó a asistir a la reciente cumbre de Lisboa por la presencia del dirigente africano, al que se le acusa de violar en repetidas ocasiones los Derechos Humanos.
"En este país hay democracia, y hemos tenido elecciones cada cinco años con regularidad (...) nuestro pueblo tiene sus derechos que deben ser respetados, tiene el derecho a ala tierra, al oro, al platino, a los elefantes y a todas las riquezas de Zimbabue", afirmó.
"Son ellos los propietarios de Zimbabwue, queridos señores Blair, Brown, Bush. Ustedes no nos pertenecen, déjennos es paz", afirmó en declaraciones recogidas por la agencia misionera MISNA.
El presidente Mugabe reafirmó que las elecciones se realizarán, como estaba previsto, en marzo de 2008, desmintiendo especulaciones relativas a una posible postergación del voto. En los meses anteriores, ambas ramas del Parlamento aprobaron con el voto favorable de la oposición una importante modificación a la Constitución que, entre otras cosas, prevé la coordinación de las elecciones presidenciales con las legislativas y locales.
Las modificaciones permitirán además al parlamento elegir un sucesor al presidente en caso de que el elegido no estuviese con la capacidad de terminar su mandato. La aprobación de estos cambios fue posible gracias al trabajo de mediación del presidente sudafricano Thabo Mbeki que convenció al partido de Gobierno y oposición ponerse de acuerdo después de años de enfrentamientos.
