El 84% de las mujeres mayores de 50 años hospitalizadas en Canarias tiene niveles inadecuados de vitamina D

Actualizado: jueves, 19 octubre 2006 20:00


LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio llevado a cabo sobre la población mayor de 50 años hospitalizada en un servicio de Medicina Interna, evidencia que el 84% de las mujeres canarias presentan niveles inadecuados de vitamina D . Así lo pone de manifiesto el doctor Manuel Sosa Henríquez, Coordinador del Grupo de Trabajo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). El hecho de presentar unos niveles de vitamina D por debajo de los recomendados supone que estas mujeres, coincidiendo con la menopausia y con la consecuente pérdida del efecto protector de los estrógenos, presenten uno de los principales factores de riesgo de padecer osteoporosis, una patología ósea altamente incapacitante que ya padecen 2 millones y medio de mujeres en todo el mundo.

Los niveles inadecuados de la vitamina D se asocian con una reducción de la función muscular y el equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caídas y fracturas osteoporóticas. De hecho, y según afirma el doctor Sosa "se ha comprobado que hasta un 90% de las pacientes con fractura de cadera presentaba niveles inadecuados de esta vitamina".

Además, contando con que en Europa se producen más de 400.000 fracturas de cadera por causa de la osteoporosis y con que se calcula que en el año 2020 llegarán a producirse 650.000, debido al progresivo envejecimiento de la población , "la evidencia clínica aconseja que todos los tratamientos que se administren para combatir la osteoporosis contengan calcio y vitamina D", subraya el doctor Sosa.

Con el objetivo de incrementar el nivel de concienciación que existe con respecto a la importancia de la vitamina D en el tratamiento de la osteoporosis, representantes de las principales sociedades médicas y de organizaciones de apoyo a pacientes involucradas en el tratamiento de esta patología ósea, se han dado cita en Madrid en la Primera Cumbre Española sobre el papel de la Vitamina D en el tratamiento de la Osteoporosis, auspiciada por la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.

A partir de las conclusiones a las que se llegó durante la reunión, se ha redactado la Declaración española sobre vitamina D en el manejo de la osteoporosis ya que, según afirman los expertos, resulta necesario incrementar el nivel de concienciación sobre el papel esencial que la vitamina D desempeña en el tratamiento de esta enfermedad.

La iniciativa se ha llevado a cabo a partir de la Cumbre Europea sobre el papel de la vitamina D en el Tratamiento de la Osteoporosis que se celebró el pasado mes de octubre en Dublín y que contó con el respaldo del Trinity College de Dublín y del Nottingham City Hospital del Reino Unido.

El cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio y mineralizar el hueso y en este punto radica la importancia esencial que esta vitamina tiene en cuanto al manejo de la osteoporosis. El doctor Pedro Betancor León, Catedrático de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Dr. Negrín, explica la función de la vitamina D diciendo que "por un lado es la encargada de controlar la absorción del calcio y del fósforo, elementos base para la formación del hueso, y por otro tiene un papel clave en la regulación del metabolismo mineral óseo".

Sin embargo, estudios epidemiológicos recientes realizados en Norteamérica, Hispanoamérica, Europa, Oriente Medio, Asia y la cuenca del Pacífico, han demostrado que hasta dos terceras partes de las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis tienen niveles inadecuados de vitamina D .

A diferencia de lo que sucede con el calcio, el aporte de vitamina D al organismo es muy limitado. La principal fuente de vitamina D es la luz solar. No obstante, la formación cutánea de esta vitamina puede verse dificultada por varias causas como la estación del año, la latitud geográfica, la hora del día, el grado de nubosidad, la niebla, la vestimenta o las barreras arquitectónicas.

En este sentido, "cada país tiene sus propias peculiaridades climatológicas, genéticas o culturales y, por lo tanto, el documento europeo base elaborado en Dublín necesita ser adecuado a cada realidad", explica el doctor Sosa.