El Auditorio de Tenerife 'Adán Martín' acoge el montaje multidisciplinar 'El Amor Brujo', de Pepe Dámaso

Dámaso y las autoridades
CEDIDA
Actualizado: viernes, 2 mayo 2014 17:28

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 2 May. (EUROPA PRESS) -

El Auditorio de Tenerife 'Adán Martín' acogerá este próximo domingo el estreno del espectáculo 'El Amor Brujo 1915. Una mirada desde el siglo XXI: de Néstor a Pepe Dámaso', en el que se pone en escena la versión original que Manuel de Falla estrenó de su célebre obra.

Se trata de un espectáculo multidisciplinar en el que convergen dos genios del arte: Manuel de Falla y Pepe Dámaso, quien a partir de los decorados creados por Néstor Martín Fernández de la Torre en 1915, crea una espectacular escenografía.

El espectáculo fue presentado en rueda de prensa este viernes por el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, la consejera de Cultura Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, el consejero de Cultura y Patrimonio Artístico del Cabildo, Cristóbal de la Rosa, el propio Pepe Dámaso e Isabel Costes, directora musical.

Carlos Alonso destacó en su intervención "lo importante que es tener a Pepe Dámaso en el proyecto y que se haya recuperado tan bien de sus recientes problemas de salud".

Cristóbal de la Rosa, por su parte, destacó las dificultades que una producción como ésta, ya que "cada coproducción es una moneda que tiras al aire, sabes lo que quieres hacer, la lanzas y luego a la moneda le pasa de todo en el aire, da todas las vueltas que tenga que dar hasta su finalización".

Inés Rojas se congratuló del buen estado del artista plástico canario, y felicitó al equipo por la "oportunidad" de que en este siglo se realice una obra como 'El Amor Brujo', "con ese efecto transgresor sin perder la esencia".

Isabel Costes, en cambio, destacó las dificultades del montaje: "Es muy compleja. Su hilo conductor es la música, pero también existen textos. Los actores hacen un gran esfuerzo, tiene la labor de recitar el texto durante un tiempo de música determinado y en este punto radica la complejidad de la obra".

PEQUEÑA CALAVERA

Destacó, asimismo, la calidad de la escenografía "digna de cualquier teatro grande europeo o americano, y si Néstor puso una pequeña calavera dentro de 'El Amor Brujo', Pepe puso 'El Amor Brujo' dentro de una gran calavera".

Pepe Dámaso, visiblemente emocionado, expresó su placer por estar en Tenerife, "dónde tanto me quieren", y destacó el papel de Néstor en el devenir artístico de las islas.

"Los únicos que valoramos siempre a Néstor fuimos César Manrique y yo. He pretendido con este trabajo destacar la tropicalidad de las islas a través de una calavera que surgió de inmediato tras observar los bocetos del propio Néstor sobre la producción original", explicó.

La escenografía, creada para esta ocasión por el artista Pepe Dámaso, parte de una pequeña calavera que Néstor colocó en la esquina izquierda del decorado correspondiente al segundo cuadro en 1915.

Dámaso, en 2014, plantea una reinterpretación del objeto y sitúa todo 'El Amor Brujo' dentro de una calavera de más de ocho metros de altura, en cuyas cavidades oculares y base se desarrolla toda la trama de la obra.

El espectáculo responde a la necesidad de ofrecer toda la dimensión y entidad artística que contiene la obra de Manuel de Falla, y se ciñe rigurosamente a la concepción original que los autores idearon en 1915, cuya base radica en la utilización de una orquesta de solo 15 músicos, a la que dotó del mayor grado de sonoridades y expresión que le permitió el reducido grupo instrumental, y cuatro personajes que mediante un texto de María Lejárraga completan la compleja composición.

FORMATO INÉDITO

La dirección artística de esta coproducción del Cabildo, a través de Auditorio de Tenerife, y Artífex Producciones Artísticas, que cuenta con el patrocinio de Gobierno de Canarias, ha diseñado un formato hasta ahora inédito que consiste en llevar a cabo una pieza previa y original que pone en situación al público y complementa la parte dramática de la función.

Este segmento, con identidad propia y construcción puramente teatral, acerca el mundo del compositor Manuel de Falla y el mundo actual del artista Pepe Dámaso, heredero conceptual de Néstor, primer escenógrafo de la obra, mediante un paralelismo que va más allá de una mera confrontación entre ambos personajes.

En la segunda parte del espectáculo, en cambio, sí se interpretará la obra exactamente igual que la primera versión, tal y cómo fue concebida hace casi un siglo.