LAS PALMAS DE GRAN CANARIAS, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
El código de buenas prácticas que la asamblea de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) aprobó recientemente tiene como objetivo "preservar lareputación de la asociación e incrementar su eficacia", a la vez que fija cinco puntos en los que explicita la conducta que deben tener los empresarios que forman parte de la Confederación.
El primer punto del código de buenas prácticas establece que todos los afiliados a la CCE, entendiendo por tales los que sean miembros de pleno derecho, miembros asociados, colaboradores, de honor representantes de unos y otros, así como sus cargos directivos, se comprometen a mantener entre ellos, con la CCE, con la Administración Pública, con los partidos políticos, con los sindicatos y en general con la sociedad, unas relaciones basadas en la cortesía, la integridad moral, la ética empresarial y el respeto a la honorabilidad y prestigio de todos los afiliados.
En su segundo punto se indica que, igualmente, todo afiliado a CCE se compromete en sus actuaciones profesionales, a mantener como objetivo prioritario el interés común del empresariado canario. En tercer lugar, en función de lo establecido en la regla anterior, todo afiliado a CCE se compromete a cumplir los acuerdos válidamente adoptados por la Confederación, no entorpecer directa o indirectamente sus actividades, no vulnerar las competencias funcionales y territoriales del resto de los asociados, adoptando decisiones o comportamientos que puedan inducir a confusión sobre el verdadero interés representado por la organización competente en cada caso, y expresar las posiciones personales, en el momento del debate interno.
En el cuarto punto del código se especifica que todo afiliado a CCE asume el compromiso de exigir de sus representantes en el seno de la Confederación que, además de respetar lo expuesto en el apartado primero de este código,mantengan un comportamiento inspirado en la autonomía, integridad, lealtad y sentido de responsabilidad en los conflictos entre asociados y las instituciones,supeditando sus opciones políticas personales a las directrices o criterios de la
También apunta la obligación de seguir las directrices confederales, contribuyendo al debate en su propia sede y manteniendo la unidad del sistema asociativo hacia el exterior, haciendo uso reservado de la información que, con tal carácter, reciban como consecuencia de su cargo. En el caso de que hayan asociados que no cumplan este código, la CCE exige su dimisión.
En este sentido, el último punto señala que cuando se incumplan cualquiera de estas reglas de buenas prácticas, todo afilado a CCE, así como sus representantes, en cualquier órgano colegiado de la misma, estarán obligados a explicar en el seno de la Confederación, la razón de ser de ese incumplimiento, a efectos de que se pueda valorar adecuadamente la situación.
