El centro de congresos de Maspalomas afronta la remodelación total de su sala principal antes de su apertura

Actualizado: lunes, 11 diciembre 2006 21:00

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA (EUROPA PRESS)

La apertura definitiva del Palacio de Congresos de Maspalomas requiere una profunda remodelación de sus instalaciones que servirá para explotar todas las capacidades del recinto, hasta el momento con deficiencias importantes en los accesos e inmerso en una crisis permanente durante estos siete años de existencia, debido a diversos problemas que afectan a la titularidad de la propiedad y a la concesión de los permisos necesarios para su funcionamiento.

De hecho, el centro fue construido en 1999 y desde entonces sólo ha acogido la celebración de actos puntuales. La intención del Gobierno de Canarias es volver a inaugurarlo el próximo mes de marzo, cuando finalicen las obras y el palacio esté en condiciones de ser comercializado con normalidad, según aseguró hoy la viceconsejera de Turismo, Pilar Parejo, quien visitó las instalaciones para conocer el estado de los trabajos que se ejecutan, los cuales comenzaron el pasado mes de septiembre.

Para introducir las mejoras se ha procedido a vaciar por completo la sala principal, que albergará en sus entrañas un gran almacén destinado a distribuir mercancías a través de corredores subterráneos. Se trata de una especie de sótano que a su vez se divide en nueve espacios más pequeños, cuyas conexiones interiores y exteriores permitirán utilizar simultáneamente todas las salas del recinto. Esto antes no hubiera sido posible porque sólo se habilitó una entrada principal.

Las nuevas galerías abarcarán más de 3.000 metros cuadrados en los bajos de la sala principal, que tiene unos 4.000 metros y seguirá estructurada en 15 espacios mediante un sistema de separación por mamparas. El presupuesto de esta obra es de ocho millones de euros, mientras que el total del palacio asciende a 42.

El almacén también dispondrá de un acceso específico para camiones, plataforma de descarga y tres montacargas para repartir el material, uno de ellos central para subir los productos. Además, se construirán baños, taquillas para las entradas y se instalarán cierres de doble puerta con la intención de aislar el ruido procedente de los pasillos.