Científicos de la Universidad de La Laguna descubren que el calderón de aleta corta caza a sus presas a alta velocidad

Actualizado: martes, 8 julio 2008 20:27

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL), del Instituto Oceanográfico Woods Hole (Massachussets) y de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) acaba de descubrir que los calderones de aleta corta baten records de velocidad a profundidades de entre 600 y 1.000 metros cuando persiguen presas entre las que podría encontrarse el calamar gigante.

Este hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista internacional 'Journal of Animal Ecology', y ya se han hecho eco de él medios de comunicación como las revistas 'Nature' y 'National Geographic' o la cadena inglesa 'BBC', según informó la ULL en un comunicado.

El grupo de investigación está liderado por la doctora Natacha Aguilar, de la Universidad lagunera, y para realizar su trabajo estudió 23 calderones del sur de Tenerife. Se registraron datos de estos animales gracias a unas marcas digitales especializadas, llamadas DTAG, de adherencia por ventosas, diseñadas por el doctor Mark Johnson, del Instituto Oceanográfico Woods Hole (Massachussets), capaces de grabar los movimientos de los animales y los sonidos que emiten para comunicarse y para cazar.

Así se comprobó que los calderones pueden bucear a profundidades mayores de un kilómetro en tan sólo 15-21 minutos. Pero lo más "impactante" es que los animales realizaron 'sprints' de hasta 9 metros por segundo en la parte más honda de los buceos, lo que en cetáceos nadando en profundidad es el equivalente a un record mundial.

"Cocodrilos, guepardos, tiburones blancos y halcones peregrinos persiguen a las presas a gran velocidad, utilizando una combinación de fuerza y rapidez para la caza. Ahora, gracias a esta investigación, se presenta un nuevo y sorprendente candidato al club de los depredadores de alta velocidad: el calderón de aleta corta", señala el comunicado.

Los cetáceos --ballenas, delfines, calderones, orcas o zifios--, como todos los mamíferos, tienen pulmones y van a la superficie para respirar. "El problema para las especies que se alimentan en profundidad es que deben localizar y cazar a sus presas en un tiempo limitado por las reservas de oxígeno en su cuerpo. Los investigadores han asumido tradicionalmente que los buceadores de profundidad se mueven lentamente, a velocidades de unos dos metros por segundo, para disminuir el consumo de oxígeno y alargar el tiempo de caza. Esto era cierto para las especies estudiadas hasta ahora, pero el calderón de aleta corta ha revelado este singular comportamiento que lo diferencia del resto", añade la nota.

Durante los buceos las marcas DTAG registraron sonidos emitidos por los calderones, como un biosonar para localizar las presas, consistente en series de chasquidos de eco-localización que culminan en un zumbido en el momento del intento de captura de la presa. Los zumbidos se dan normalmente al final de los 'sprints', así que los calderones están persiguiendo presas a alta velocidad, como hacen los guepardos en tierra, con el reto añadido de que la densidad del agua crea una enorme fuerza de resistencia al avance, que se incrementa con la velocidad.

UN 40% DE ERROR.

Los calderones invierten mucha energía para capturar cada presa y "parecen fallar" en, al menos, un 40% de las ocasiones, así que cuando cazan la presa, ésta debe compensar el esfuerzo y ser grande o calorífica. Los investigadores no están seguros de qué es lo que se caza, pero cerca de los calderones se han encontrado restos frescos de calamar gigante que podría ser una de las presas.

El comportamiento de los calderones contrasta con el de los zifios, otra especies de cetáceos de buceo profundo en las que trabaja el equipo de investigación, esta vez en la isla de El Hierro. Ambos animales son del mismo tamaño y se enfrentan a los mismos retos a la hora de alimentarse en profundidad. Sin embargo, los han resuelto, en general, de formas opuestas: los calderones, con su "estrategia guepardo" durante el día --por la noche cazan de otra forma--, son los grandes atletas de la velocidad, mientras que los zifios son campeones de duración, con buceos de hasta una hora y media.

Los calderones pueden perseguir presas rápidas, probablemente musculosas y grandes, pero cuanto más veloz se mueve un animal, más oxígeno consume, así que sus buceos son cortos y sólo tienen tiempo de cazar pocas presas.

Los zifios, en contraste, intentan capturar unas 30 presas por inmersión, pequeñas y con poca capacidad de movimiento, probablemente con escaso contenido calórico y por eso necesitan comer muchas, pero los zifios tienen todo el tiempo del mundo para cazarlas, porque su bajo consumo de oxígeno les permite alargar los buceos. Así, calderones y zifios ejemplifican el abanico de adaptaciones que la evolución ha desarrollado en los mamíferos del ecosistema de aguas profundas.