Clausurado el XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Marítima

Actualizado: sábado, 4 noviembre 2006 21:00


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Escuela Técnica Superior de Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval de la Universidad de La Laguna fue sede entre el 27 y el 31 de octubre del XVII Congreso Nacional de Medicina del Mar, organizado por la Sociedad Española de Medicina Marítima y la universidad. Esta convocatoria reunió a médicos, técnicos navales y docentes de las facultades de medicina y de ciencias náuticas de todo el país.

La participación de la Universidad de La Laguna en la organización de este evento ha sido un reconocimiento de sus logros y apuestas en la investigación, la educación sanitaria y otras iniciativas encaminadas a promocionar la salud de los trabajadores del mar. Sirvan de ejemplo las 18 tesis leídas sobre la materia desde 1990 o las múltiples publicaciones y más de cien comunicaciones a congresos nacionales y extranjeros relacionados con la medicina marítima.

Esta labor de los últimos 15 años de un equipo interdisciplinario de marinos, docentes, médicos, farmacéuticos, biólogos y profesores en general ha sido coordinada por Antonio Burgos, profesor titular de medicina e higiene naval de la Universidad de La Laguna, que resultó designado por unanimidad presidente de la Sociedad Española de Medicina Marítima durante la asamblea general de la sociedad celebrada durante le congreso, el pasado 30 de octubre.

Las actividades del congreso contaron con una inesperada sede a bordo del buque hospital Esperanza del Mar, gracias a la colaboración del Instituto Social de la Marina. Concretamente, 50 congresistas se desplazaron a Las Palmas a bordo de este buque para asistir a una sesión de esta reunión científica relacionada con la actividad del buceo profesional.

Conclusiones

Al terminar el congreso se redactaron una serie de conclusiones, entre las que destaca la consideración de la pesca como una de las actividades más peligrosas, con índices de accidentes de trabajo mortales entre 4 y 9 veces más elevados que el total de trabajadores, si bien se registra una tendencia descendente.

Aún así, entre 1999 y 2005 se ha registrado a una disminución de un 34,5 % del número total de accidentes de trabajo en la pesca y de un 21,98 % en la incidencia de accidentes laborales con baja, lo cual parece indicar que la labor en prevención es eficaz.

Otra conclusión desvela que el aumento de la automatización a bordo ha disminuido el trabajo físico, pero ha aumentado los riesgos psicosociales y el aislamiento social de los trabajadores del mar. Se hace evidente la necesidad de un buen diseño de las listas de comprobación para el control de los riesgos laborales, tanto a bordo como en los puertos, así como incentivar la cultura de prevención y homogeneizar la recogida de datos en los puertos.

También se debatió la conveniencia de los reconocimientos médicos de los alumnos de Náutica como un punto necesario en la prevención de riesgos laborales, así como la necesidad de que las comunidades autónomas fijen criterios comunes para las autorizaciones de los médicos para firmar los reconocimientos a los buzos en sus libretas profesionales.

El mundo del buceo fue especialmente considerado durante el encuentro. Por ello, se resolvió desaconsejar la práctica profesional a buceadores mayores de 50 años; mejorar las condiciones de enfermería en cámaras hiperbáricas y mejorar las aptitudes en atención primaria en todo el personal que participe en el transporte de buceadores accidentados, ya que este tipo de cuidados son vitales.

En las conclusiones se hizo un reconocimiento y felicitación expresa a la buena labor de los dispositivos españoles de atención a los inmigrantes llegados a Canarias por vía marítima, entre los que se cuentan Cruz Roja, el buque hospital Esperanza del Mar, el voluntariado y otros profesionales.