Las Palmas de Gran Canaria, 20 Ene. (EP/IP) -
El presidente de la Fundación Correíllo La Palma, Juan Pedro Morales se encuentra, en este momento, sopesando diferentes fechas para la botadura del buque a la espera de que Capitanía Marítima dé su autorización final. "Sólo falta presentar una serie de documentos, además de hacer unas pruebas y cálculos de estabilidad", explicó el responsable, para "ultimar una fecha definitiva de botadura, tras retrasarlo por cuestión de las obras, que están casi finalizadas".
Morales explica que el Correíllo está recibiendo, en este momento, unas manos de pintura que "avanzan a buen ritmo", especialmente en la superficie exterior del vapor. La obra del cierre del acero, a la que se han dedicado en los últimos meses, ya está terminada, y lo único que queda es "ultimar los detalles finales", asegura el presidente. Lo primero que se hizo fue sustituir las planchas de las cubiertas superior y de intemperie y se retiraron todos los apéndices que se encontraban allí con la finalidad de sanear completamente los baos, cuadernas y otros refuerzos, antes de proceder a la colocación de nuevas planchas de acero en el buque. Una vez reforzadas las cubiertas se sustituyeron las planchas de los costados y, finalmente, se construyeron los nuevos dobles fondos, con lo que el buque está en condiciones de flotar.
En lo que respecta al casco, se ha pintado y 'chorreado' (que implica cubrir la superficie con arena fina para quitar el óxido) en la obra viva, que se corresponde con la parte del buque que va debajo del agua, en la obra muerta, (la del casco y cubierta principal), así como en la superestructura. En cuanto terminen estos retoques y obtengan el permiso de Capitanía Marítima, Morales explica que el buque "estará listo para su botadura", en una ceremonia que promete ser "algo muy especial".
Morales prefiere no arriesgarse aún a ofrecer una fecha concreta para este acto de botadura hasta tener ultimados las últimas cuestiones concernientes al estado físico del vapor. Asimismo, el presidente de la Fundación añadió que en estos días van a reunirse para estudiar la unión de nuevos patrocinadores del Correíllo y para determinar las próximas líneas de actuación para 2008.
El buque se convertirá en un museo flotante especializado en la navegación en Canarias, con salón multiusos para la realización de congresos y conferencias. Según explicó el presidente de la Fundación, "la idea es que, una vez esté operativo, el Correíllo La Palma pueda atracar en los distintos puertos canarios, como por ejemplo, el de Corralero, y pueda ser visitado por los ciudadanos, que además, podrán navegar y realizar pequeñas rutas a bordo.
