Fundación Néstor Álamo adquiere las cuevas de una alfarera para recuperar un centro locero en el norte de Gran Canaria

Centro Locero Hoya Pineda en Santa María de Guía (Gran Canaria).
CEDIDA POR EL AYUNTAMIENTO DE SANTA MARÍA DE GUÍA.
Actualizado: miércoles, 14 julio 2010 20:57

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Canaria Néstor Álamo ha adquirido las cuevas alfares propiedad de la conocida alfarera de Hoya de Pineda, Julianita Suárez para su rehabilitación y recuperación como Centro de Interpretación, Museo de Sitio y Cueva-Alfar para elaboración de loza tradicional en el municipio de Santa María de Guía, al norte de Gran Canaria.

Así lo informa el Ayuntamiento en un comunicado, en el que resalta que en este lugar se constituyó hace al menos 200 años un importante Centro Locero de enorme importancia en toda la comarca norteña.

De esta forma, una vez se ejecuten los proyectos necesarios, el Centro Locero de Hoya de Pineda se integrará en un circuito para escolares y de interés turístico.

La Fundación Canaria Néstor Álamo, que tiene entre sus fines el rescate del patrimonio etnográfico, recupera ahora este espacio de hondo significado histórico y alto valor patrimonial.

Para ello hoy se dio el primer paso con la firma del contrato de compra de las cuevas alfares a cargo del primer teniente alcalde, Pedro Rodríguez, y la concejala de Cultura, María del Carmen Mendoza, --en representación de la Fundación-- y las hijas de Julianita Suárez, Rafaela, Josefa y Juana Santiago Suárez, en un emotivo acto celebrado en el Museo Néstor Álamo de esta ciudad.

PATRIMONIO HISTÓRICO

Pedro Rodríguez destacó la importancia de este proyecto no sólo para el municipio de Santa María de Guía sino para toda la comarca Norte y para el conjunto de la isla por cuanto supone para la puesta en valor de una parte tan importante del patrimonio histórico y etnográfico.

En tal sentido, agradeció "la enorme generosidad de las hijas de Julianita y las facilidades que han brindado desde un primer momento para compartir con todos su patrimonio".

Rodríguez adelantó que ya se cuenta con un compromiso firme por parte del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Patrimonio Histórico, para la redacción de los proyectos que se acometerán ahora a partir de la adquisición de esta propiedad donde espera también la "implicación y el apoyo del Cabildo dada la importancia de esta iniciativa para el conjunto de Gran Canaria".

UN MEDIO DE VIDA

Por su parte, María del Carmen Mendoza recordó durante su intervención que el Centro Locero de Hoya de Pineda fue "un medio de vida y de producción de loza tradicional muy importante no sólo para la comarca norte, sino que su influencia se extendía incluso a otras islas del archipiélago".

"Esta zona posee por ello un alto valor histórico y etnográfico, generando a lo largo de los años cuevas alfares, talleres y hornos, además del acervo de tradición oral y de apoyo a la economía familiar que pervive en la memoria de las personas de la zona", añadió.

Para la responsable de Cultura, "tenemos la suerte de contar todavía en activo con la locera, Rafaela Santiago, hija de la popular y añorada Julianita Suárez, que todavía realiza loza tradicional llevando su buen hacer por las diferentes ferias de artesanía de las islas y por los colegios".

Por ello considera acometer urgente una estrategia de actuación que permita dar continuidad a este importante Centro Locero que "mantiene viva una faceta de la identidad de este pueblo".

LA MAGIA DEL BARRO

Por su parte, las hijas de Julianita se mostraron en todo momento muy emocionadas recordando la figura de su madre "para quien su labor de alfarera era lo más importante en la vida y con la que continuó hasta el final de sus días". "Dicen que el barro tiene magia y algo de cierto debe tener esa afirmación porque a nuestra madre la prendió para siempre", explicaron.

Aunque la actividad locera se desarrolló históricamente en una amplia zona con diversas denominaciones: Hoya del Bardo, Hoya del Guanche, La Majadilla y Cuevas del Bujo, entre otras, la actuación que se pretende acometer se circunscribe a las cuevas alfares utilizadas por Julianita Suárez en los años 70 del pasado siglo XX donde produjo una loza de gran calidad además de desarrollar una gran labor didáctica por ferias, fiestas, colegios y en su propia cueva alfar.