El Gobierno admite que "los canarios se niegan a trabajar el campo por los bajos sueldos del sector"

Actualizado: sábado, 8 abril 2006 14:29


LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marisa Zamora, admitió ayer ante la comisión de Trabajo del Parlamento regional que "los canarios se niegan a trabajar el campo debido a los bajos sueldos que se pagan en el sector".

Zamora terminó por atribuir al bajo nivel de los sueldos la escasa contratación de isleños en las actividades agrícolas y ganaderas de las islas tras efectuar una más larga enumeración de causas. Entre otras, incluyó la precariedad laboral, el cambio de hábitos de la población, la mejoría generalizada de la economía de las islas, el mayor nivel de formación de los jóvenes canarios, el aislamiento de los centros de trabajo en relación a los núcleos de población y la falta de transporte público.

La consejera se refirió de esta manera a la situación laboral específica que se presenta en las temporadas de zafra del tomate.

"Las mujeres se hacían cargo de estas labores antes pero ahora prefieren trabajar en el servicio doméstico, que tiene una menor demanda física, mientras que los jóvenes que desean independizarse encuentran que ser camarero u obrero es una mejor opción". Zamora también apuntó que "la falta de ayudas al transporte para este sector tampoco contribuye a dinamizar las contrataciones", apuntó.

De hecho, "más del 90 por ciento" de las demandas de empleo que los empresarios tomateros llevan al Servicio Canario de Empleo (SCE) son rechazadas por los posibles contratantes. "Alegan problemas físicos, que ya han conseguido cualquier otra cosa o se muestran reticentes a desplazarse de municipio o isla", indicó la consejera. Pero la consejera volvió a insistir en que "se trata de una actividad mal remunerada que resulta muy poco atractiva".

Así, entre los años 2001 y 2004 las contrataciones de desempleados que efectuó el SCE para cubrir las demandas de los tomateros durante las zafras de 2001 a 2004 rondó entre el tres y el ocho por ciento cada año, mientras que "durante 2005 subió al 16,75 por ciento de los puestos demandados", que equivalen a 319 empleos. En cambio, otros casi 5.000 parados rechazaron el año pasado la oferta del SCE para atender la recogida de tomates.

Zamora recordó que "la agricultura en general, y este cultivo en particular, sobrevive gracias a las ayudas europeas porque el sector atraviesa por una situación crítica". Reconoció la "importante" participación que tuvo el tomate y la actividad agraria en general en el desarrollo económico del archipiélago "pero en la actualidad el peso de toda la actividad en el archipiélago apenas roza el uno por ciento de la economía canaria". Durante el año pasado, sólo dio empleo a algo más de 30.000 personas en Canarias, frente a los casi 800.000 puestos de trabajo que se contabilizan en las islas.

"Aún así, constituye una actividad atractiva para trabajadores de Europa del Este, que cubren los puestos de trabajo que los canarios descartan a favor de otras actividades". Los índices de contratación esgrimidos por Zamora y la aceptación de que vienen a las islas extracomunitarios para trabajar en el campo llevó al diputado popular, Fernando Toribio, a calificar como un "fracaso" la labor de intermediación desarrollada por el SCE en la agricultura y la ganadería de las islas.