SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El puesto de aduanas que mantiene la Guardia Civil en el puerto de Santa Cruz de Tenerife ha detectado un incremento en el número de productos que se falsifican para tratar de cruzar la aduana, sobre todo perfumes y complementos para la mujer.
En este sentido, el teniente Julio Garrote ha indicado a Europa Press que hay determinados países --principalmente China-- que "falsifican absolutamente todo", pudiendo encontrar desde pasta de dientes hasta tabaco, que si bien, "ya de por sí daña la salud, cuando es falsificado, es mucho peor".
El puesto de aduanas, existente en Santa Cruz, se encarga de inspeccionar las mercancías que llegan hasta el puerto, señalando, en cualquier caso, que no es uno de los más peligrosos, ya que la mayoría del tráfico portuario es entre islas, así como que viene de otros muelles europeos por los que ha habido un control.
No obstante el teniente del Guardia Civil expone que los 51 hombres y mujeres --con una media de edad de 33 años destinados a este puesto de aduana-- "hacen un trabajo concienzudo". "Se desarrollan desde inspecciones fiscales en donde se puede encontrar mercancía que no quiere pagar el IGIC, dañando la economía Canaria, hasta los que atentan contra la propiedad intelectual con la existencia de mercancías falsas".
Garrote reconoció que, a pesar de esta labor, "lo más conocido son nuestras labores en materia de drogas", en donde también hay un trabajo concienzudo, en donde se vigila, incluso, la entrada de barcos que viajan entre las islas.
En cuanto a los trabajos con la propiedad intelectual, "el trabajo se coordina con aduana". La decisión a la hora de abrir un contenedor puede venir por la procedencia de la mercancía, por una orden de alguna administración superior o incluso por iniciativa propia", aclaró el teniente.
El tipo de mercancía que se importa, así como el país de origen suele ser uno de los motivos que levante 'las sospechas' y se decida ver el container.
Además de este tipo de inspecciones, la Guardia Civil en estos puestos, la salida y la entrada de mercancías peligrosas. En este sentido, en Canarias, uno de los aspectos que más preocupa es el tratamiento de residuos, principalmente, sanitarios. "Nuestra obligación es garantizar que no vaya a parar al mar, ni se traslade de manera irregular, mercancías que puedan dañar a las personas", expone.
PUNTO DE INSPECCIÓN FRONTERIZA
A este control aduanero, se le suman las inspecciones fitosanitarias que ganan peso en los puertos canarios, debido a la existencia de una ley de protección contra la entrada de plantas vivas, comida y vegetales de países no comunitarios.
"Normalmente, se avisa con antelación a la Guardia Civil que acude a certificar el contenido de los contenedores que inspecciona Sanidad Exterior y la aduana. En este caso, nuestra obligación es la de precintar --e incluso destruir-- la mercancía irregular", subrayó el teniente Garrote.
El trabajo de la Guardia Civil puede llevarles incluso hasta los Puestos de Inspección Fronteriza en donde comprobarán con los laboratorios la situación en la que se encuentran algunas de las mercancías.
