El ICI acuerda con la ONCE y el CERMI impulsar medidas para visibilizar a las mujeres con discapacidad en Canarias

Reunión de la directora del ICI, Kika Fumero, con representantes de la ONCE y el CERMI
Reunión de la directora del ICI, Kika Fumero, con representantes de la ONCE y el CERMI - GOBIERNO DE CANARIAS
Publicado: jueves, 23 enero 2020 14:31

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Instituto Canario de Igualdad (ICI) se ha comprometido con la ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) a colaborar e impulsar medidas y políticas para visibilizar y dar mayor protección a las mujeres con discapacidad que residen en el archipiélago.

Así se lo ha transmitido la directora del ICI, Kika Fumero, a la secretaria general de la Fundación de la ONCE, Teresa Palahí, así como al presidente de la ONCE en Canarias, Miguel Ángel Déniz; al presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno; y a la presidenta de CERMI en Canarias, Carmen Lauzirika.

Actualmente, el 60 por ciento de las personas con discapacidad en Canarias son mujeres, de ahí que consideran que se "hacen necesarias políticas de igualdad específicas" para ellas, según informó el Gobierno canario en nota de prensa.

Al respecto, Fumero apuntó que se ha puesto "sobre la mesa la voluntad e intención de colaborar conjuntamente", así como se ha "abierto la puerta a varias líneas de actuación". Agregó que se trabajará con la ONCE y CERMI para "visibilizar a las mujeres, medir y desarrollar acciones y políticas públicas que ayuden a mejorar la vida de estas mujeres".

Otro de los acuerdos adoptados ha sido el de establecer medidas concretas para los casos de violencia de género de mujeres con discapacidad, apuntando la Fundación ONCE que cerca de 6.000 mujeres están registradas en su base de datos como demandantes de empleo en su programa Inserta Empleo en las islas, de las que afirmó que "más de 200 han manifestado sufrir violencia de género".

Sobre esta última cuestión, Fumero mostró su preocupación, ya que dijo que estas mujeres "padecen, además, el agravante de que no se sienten creídas ni escuchadas pues su voz al sufrir una discapacidad no se legitima y, por lo tanto, suelen callar más y vivir aún más en silencio que la media esta situación".

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