LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jefe del servicio de Pediatría de Vithas Las Palmas, Francisco Domínguez, ha señalado que la dermatitis atópica en niños puede aparecer de forma "muy variada" dependiendo de diferentes factores, citando que entre un cinco y 30 por ciento de los menores padecen la enfermedad en algún momento de su vida, según la Organización Mundial de Alergología (WAO, por sus siglas en inglés).
De este modo, desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica se entiende que esta enfermedad, de "alta prevalencia" en la infancia y que se diagnostica al menos en la mitad de los casos, corresponde al 30 por ciento de las consultas dermatológicas en la infancia.
El principal síntoma es el picor, pudiendo provocar trastornos del comportamiento, emocionales y del sueño de los más pequeños. Así Domínguez subraya que la dermatitis "es una enfermedad que se expresa a través de la sequedad y un intenso picor en la piel, llegando a provocar eccemas", matizando que se caracteriza por presentarse en la piel de los pacientes pediátricos "con una morfología y severidad muy variada, dependiendo de diversos factores".
Asimismo, añade, que la edad del niño puede provocar que la dermatitis aparezca en distintas partes el cuerpo, indicando que por ejemplo en los lactantes suele presentarse en las extremidades superiores y el rostro; mientras que a medida que el menor crece puede aparecer en los pliegues de codos, rodillas, cuello, pies y manos, según informó Vithas Las Palmas en nota de prensa.
El jefe de Pediatría de Vithas Las Palmas subraya que la dermatitis atópica "suele aparecer con episodios recurrentes de mejoría y agudización pero el prurito o picor suele ser su principal síntoma, en mayor o menor medida, en todos los casos".
En relación a las lesiones en la piel apuntó que invitan a centrarse "en su cuidado y no siempre" se tiene en cuenta que un "prurito continuado puede ser capaz de generar cambios conductuales y en su entorno a quien lo padece".
Sobre esos cambios conductuales expone que la enfermedad dermatológica puede provocar insomnio e irritabilidad entre los más pequeños, que pueden desencadenar en "episodios de ansiedad e irascibilidad, afectando directamente a la calidad de vida en la infancia".
De este modo, se considera que la dermatitis "puede alterar el comportamiento de los niños, lo que en algunos casos puede desencadenar en un descenso del rendimiento académico, así como problemas en la socialización e incluso haciendo más frecuente la aparición de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)".
En este sentido, se refiere al estudio publicado en el Allergology International Journal2 que demuestra que, tras aplicar el test SDQ (Strengths and Difficulties Questionnaire) en pacientes pediátricos con dermatitis, se muestra un incremento en las puntuaciones en síntomas emocionales, problemas de conducta, inatención/hiperactividad y socialización conforme la gravedad del eccema aumentaba.
Por último, matizó que la dermatitis atópica no solo afecta al estado emocional de los niños, sino también a su entorno más cercano, ya que afirmó que las familias "suelen verse afectadas colateralmente por esta enfermedad" porque se ven "inmersos en el debate sobre el completo cuidado, los costes y duración del tratamiento, así como las exigencias de la alimentación de los pacientes".
"Todo se complica si hay otros hermanos afectados o no por esta misma enfermedad, por el desequilibrio que puede ocasionar el alto grado de atención que exigen los niños con dermatitis", apostilló.
Finalmente, menciona que el tratamiento para tratar esta enfermedad suele ser inicialmente antihistamínicos de primera generación, tales como la hidroxicina que, explica, "al pasar la barrera hematoencefálica, produce un efecto sedante que prestará una valiosa ayuda", matizando que si produce un sueño excesivo al paciente "es recomendable que tome la medicación por la noche".
Añade que si la somnolencia "es excesiva o dificulta el aprendizaje, es aconsejable recetar antihistamínicos de segunda o tercera generación, ya que carecen de este efecto adverso", indicando que la desloratadina, por su presentación en suspensión, facilita su administración a niños cada 24 horas, afirmando que "es de gran utilidad".
