El PSOE considera "abusiva" la tasa que el Cabildo de Tenerife cobra por contador de agua agrícola

Actualizado: martes, 17 octubre 2006 22:00


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Fidela Velázquez, portavoz del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, ha señalado que la corporación cobra a los agricultores una tasa "abusiva" por los contadores de agua de uso agrícola, y esta política "en absoluto incentiva o motiva a los agricultores y supone una razón más para que prosiga el abandono de fincas y el retroceso de los cultivos en las medianías".

Velázquez entiende que "la manera que se está buscando para la financiación de Balten", Balsas de Tenerife, "es la más perjudicial para los agricultores, a los que se les ha modificado las condiciones contractuales establecidas de una forma cuya legalidad podría incluso dudarse". "No es justo, ni tiene sentido, que todos los costes de Balten los cubra el agricultor de su bolsillo, ya que es la parte más débil de toda esta cadena, la que está más desprotegida y la que necesita mayor amparo y esfuerzo de las administraciones".

Velázquez insiste en señalar que "desde el Grupo Socialista del Cabildo hemos denunciado, con reiteración, que las medidas que está tomando la corporación insular no son, de ninguna manera, las más adecuadas para impulsar la agricultura, o ni tan siquiera para sacar al sector agrícola tinerfeño de la etapa crítica en la que se encuentra estancado en la actualidad".

Por ejemplo, Fidela Velázquez recuerda que "son muchas las iniciativas que hemos presentado al pleno del Cabildo para que se roturen las tierras improductivas, para que se elabore un plan de recuperación de las medianías, para que se haga un control de plagas eficaz, para que productos señeros como la papa tengan una Casa propia que impulse su comercialización, todo un plantel de ideas que frenen el deterioro del campo y rechazadas porque Coalición Canaria y Partido Popular han mostrado una receptividad nula y una soberbia a prueba de bomba".

Para la portavoz del PSOE, "la agricultura soporta una presión económica desmedida, con un agua que está entre las más caras de España, unas infraestructuras que necesitan mejoras, un Cabildo que no parece entender las necesidades de los agricultores y un descenso en la competitividad tremendamente dañino". Velázquez afirma que "es hora de que se deje de castigar a la agricultura, y de que empiece a valorarse, no sólo su peso estratégico, sino también como parte de nuestra identidad y nuestra sociedad".