Senderos para todos

Actualizado: viernes, 6 julio 2007 22:55


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

La naturaleza ha sido generosa con Tenerife, una isla que cuenta con una importante red de espacios protegidos que abarca casi la mitad del territorio insular. Estas características la han convertido en un destino muy atractivo para un turismo más alejado de sol y playas. Sólo los que se introducen en los rincones más alejados de su orografía pueden disfrutar de estos idílicos enclaves naturales que, el fuego, como cada año, amenaza destruir si no se siguen unas pautas de prevención.

Tenerife ofrece una extensa red de senderos turísticos señalizados para caminar sin prisas y disfrutar del entorno natural. Para su máximo aprovechamiento, en la actualidad, el Cabildo tinerfeño está finalizando un proceso de mejoras en las señalizaciones y en los propios senderos que tratarán de facilitar su uso, proporcionar mayor seguridad y, por consiguiente, atraer a mayor número de seguidores de esta práctica que, para el consejero insular de Medio Ambiente, Wladimiro Rodríguez Brito, "no es sólo una afición, es todo un tratamiento para la salud que cada vez atrae a más canarios".

El senderismo es una práctica que hace uso de antiguos caminos, muchos de ellos construidos dentro de una economía campesina. Como la mayoría de estas conexiones han caído en desuso, el mantenimiento apto de los senderos de Tenerife entraña una vigilancia frecuente y la superación, a la hora de hacer mejoras sobre el terreno, de ciertas dificultades físicas como las pendientes naturales, que han dado, como fruto, senderos extraordinarios por sus cambios bruscos de paisajes.

Entre los senderos más concurridos destacan los de la zona de Anaga y Teno, que ofrecen al caminante paisajes abruptos e impactantes barrancos. Sin embargo, existen otras zonas como el Paisaje Lunar, en Vilaflor, el monte de El Rosario o los montes húmedos del norte de la Isla que son, cada día, más solicitados por los ciudadanos, a pesar de que algunos de estos senderos se estén convirtiendo en pistas, "pero, para nosotros, los vehículos deberían estar en segundo plano, detrás de los que caminan y van en bicicleta", señala Rodríguez Brito.

SEGURIDAD DE LOS MONTES

El Cabildo Insular, a través de su Área de Medio Ambiente, está mejorando la seguridad en las zonas verdes de la Isla. En la actualidad, los esfuerzos se han centrado en las mejoras de la señalización para evitar situaciones de peligro a los usuarios de montes y senderos, además de en la prevención de incendios. La señalética, que se encontraba algo obsoleta, ha sido sustituida por otra acorde a las normas internacionales, lo que facilitará la comprensión de todos. "En cualquier caso, este asunto no está totalmente resuelto aún, y uno de nuestros mayores enemigos es, sin duda, el vandalismo, que causa importantes destrozos en nuestro trabajo" -explica el consejero de Medio Ambiente- "pero los usuarios pueden estar tranquilos puesto que, aunque existan algunos senderos que, por ciertos derrumbes de paredes colindantes, se hayan convertido en lugares no aptos para el senderismo, estos caos se encuentran convenientemente señalizados para su total seguridad, tal y como sucede en el que recorre el Barranco Ruiz hasta Las Aguas, en San Juan de la Rambla".

Los usuarios de nuestros montes no deben olvidar que ellos deben velar, también, por la protección de su entorno, teniendo especial cuidado con el fuego. De hecho, en los últimos años se ha incrementado el número de incendios pero, por el momento, no aumentado el porcentaje de superficie quemada, lo que demuestra una gran eficacia por parte de los equipos de vigilancia y extinción de incendios, formados por 700 personas que protegen a toda la Isla, durante las 24 horas del día.

Según la consejería de Medio Ambiente del Cabildo, el año pasado se produjeron más de cien incendios, pero la rápida actuación de los equipos de extinción evitó un desastre aún mayor. "Los equipos llegan a los conatos 15 ó 20 minutos después de que se hayan originado y, gracias a la gran capacidad de recuperación de nuestros montes, contamos con unas áreas naturales extraordinarias". Su continuación, para el disfrute de todos, dependerá en gran parte, de nuestra responsabilidad como usuarios.

PELIGRO DE INCENDIO

Como cada año, el Cabildo ha establecido una serie de medidas de seguridad que, por ahora, no incluirán la prohibición del uso de los fogones instalados en las zonas recreativas. El peligro es sensiblemente inferior al de otros años en el mismo período debido al anómalo alto grado de humedad en la cara norte de los montes de Tenerife, que aporta un cierto nivel de tranquilidad a los servicios de extinción. Sin embargo, existen otras zonas con tiempo seco, soleado, donde lleva meses sin llover y la vegetación está agotada por falta de lluvias, que podrían ser pasto de las llamas si los aficionados a los montes de Tenerife no extreman las precauciones.

ZONAS PROTEGIDAS DE LOS SENDERISTAS

Los aficionados al senderismo tienen, de forma cautelar, prohibido temporalmente el acceso a ciertas zonas de la Isla, como Las Colmenas, en Los Realejos, que está considerada como una de las zonas más castigadas por el fuego en Tenerife. Tras los diversos incendios sufridos el pasado año necesita un tiempo prudencial para su recuperación y el tránsito de personas podría dañar aún más la ya delicada superficie del terreno. Con esta medida se espera que pronto se recuperen las retamas y el resto de la vegetación propia de la zona para el disfrute de todos los amantes de la naturaleza.

COLABORACIÓN CIUDADANA

Según el consejero de Medio Ambiente, aunque una gran parte de los incendios que surgen durante el verano son provocados, se ha reducido de forma significativa el número de incendios por quema de rastrojos. La participación ciudadana ha sido fundamental en este descenso, puesto que el año pasado se realizaron 1.700 quemas de rastrojo controladas, la gran mayoría de ellas, a diferencia del anterior, en el que un porcentaje muy elevado se realizó de forma espontánea y sin el control de los efectivos de prevención de incendios.