S.La iglesia de la Concepción de La Laguna (Tenerife) acoge hoy la Misa Crismal que presidirá el Obispo

Misa Crismal de 2009.
Cedida.
Actualizado: martes, 30 marzo 2010 11:39

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, presidirá hoy a las 11.00 horas la 'Misa Crismal' que tendrá lugar en la iglesia de la Concepción de La Laguna (Sede Catedralicia). Esta Eucaristía que celebra el Obispo con todos los presbíteros de la diócesis, es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo y signo de la unión estrecha de los presbíteros con él. En ella, se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos, informó el Obispado en un comunicado

En este momento, la diócesis de San Cristóbal de La Laguna, tiene un total de 215 sacerdotes diocesanos. Además, cuenta con 24 religiosos y dos sacerdotes provenientes de otras diócesis. En los últimos seis años, se han ordenado en la Diócesis Nivariense 20 presbíteros. En cuanto a la media de edad, ésta se sitúa en los 52 años, aproximadamente.

La mayor parte de estos sacerdotes desarrollan su ministerio en la isla de Tenerife. Luego le siguen La Palma, La Gomera y, por último, la isla de El Hierro en la que desempeñan su labor pastoral tres jóvenes sacerdotes.

Buena parte de ellos participan en esta singular eucaristía Crismal que se celebra mañana, en vez del Jueves Santo para facilitar la presencia de los sacerdotes. En ella, los presbíteros renovarán, ante el Obispo y el Pueblo de Dios, las promesas sacerdotales que realizaron el día en que fueron ordenados. Además, el Prelado invita a los católicos a orar por los sacerdotes y por él, para que permanezcan fieles al servicio para el cual el Señor les ha llamado.

La palabra 'Crisma' proviene del latín: 'Chrisma', que significa unción. Así se llama ahora al aceite y bálsamo mezclados que el obispo consagrará para ungir a los nuevos bautizados y signar a los confirmados. Con el mismo también son ungidos los obispos y los sacerdotes en el día de su ordenación sacramental.

Por otro lado, el óleo de los enfermos, cuyo uso atestigua el apóstol Santiago, está destinado a que los que carecen de salud puedan soportar y vencer con fortaleza la enfermedad, unirse a Cristo y obtener la reconciliación.