Tribunales.- El juez declara el sobreseimiento del capitan del buque 'Mira' imputado por lesiones a 8 polizones

Actualizado: viernes, 25 abril 2008 21:30

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, Tomás Martín, ha decretado el sobreseimiento provisional del capitán del buque 'Mira', de origen turco pero con bandera panameña, por un presunto delito de lesiones a varios polizones que iban en el interior del mismo, informó hoy el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

La Policía Nacional detuvo al capitán del barco, que llegó a la isla de Gran Canaria el pasado día 16 de abril, por un presunto delito de maltrato a ocho polizones de origen subsahariano, a los que habría mantenido esposados y encerrados en condiciones "inapropiadas".

El capitán prestó declaración en dependencias de la Jefatura y fue ingresado en los calabozos hasta pasar a disposición judicial. De todos modos, se iniciaron los trámites pertinentes a la petición de asilo en España de los polizones, en virtud de la Ley de Extranjería y como consecuencia del mal trato recibido.

En concreto, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Las Palmas (U.C.R.I.F. II-III) tuvo conocimiento de la llegada del barco 'Mira' con este grupo de polizones que habían embarcado hace dos meses en Dakar (Senegal).

Con el conocimiento de que el barco había tocado durante esos dos meses diferentes puertos tanto de África como de Europa, Marruecos, Turquía, Rusia e Israel, la Policía procedió a establecer un dispositivo policial para controlar y actuar de forma "exhaustiva" en frontera al citado barco.

A las 21.00 horas del día 16, el 'Mira' atracó en el muelle de Reina Sofía del Puerto de La Luz y de Las Palmas, procedente de Ashdod (Israel) y su capitán reconoció momentos después y ante los agentes que portaba un total de ocho polizones, tres de Sudán, otros tantos de Sierra Leona y dos de Guinea Conakry.

Durante la inspección, los agentes "presenciaron cómo los inmigrantes se encontraban confinados en una especie de habitáculo en condiciones ínfimas de seguridad así como de salubridad, encerrados bajo llave y sin ningún tipo de ventilación ni contacto con el exterior, a excepción de una pequeña ranura por donde, según manifestó la tripulación después.

Por ello, se les dispensaba un pedazo de pan al día como alimento, refiriendo igualmente tratos degradantes por parte de la tripulación y ordenados por el capitán.

Posteriormente, la Policía ordenó que los polizones fueran bajados del barco y realojados en dependencias del puesto fronterizo policial de Las Palmas, aunque siempre después de que fueran explorados todos ellos por parte de los servicios sanitarios.