Unanimidad en el Cabildo de Tenerife tras tres intentos plenarios para desmantelar la central eléctrica de Caletillas

Actualizado: viernes, 27 junio 2008 21:23

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Cabildo de Tenerife aprobó hoy de manera unánime un acuerdo para el desmantelamiento de la central eléctrica de Caletillas en Candelaria, después de que en tres sesiones diferentes el equipo de Gobierno (CC y PP) y la oposición haya mantenido posturas divergentes.

Finalmente, y no sin ciertas "puntualizaciones", se ha ratificado el acuerdo institucional entre el Cabildo, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife sobre el futuro de la central eléctrica de Las Caletillas, "consistente en la creación de una comisión tripartitas en la que se tomarán las decisiones sobre el desmantelamientos de la Central de Caletillas.

El segundo de los puntos recoge que se ha de impulsar el Plan Territorial Especial de Infraestructuras Energéticas de la isla. Los consejeros consiguieron acordad que "la ley de directrices actualmente vigente" sea la que se contemple dentro del acuerdo institucional para que Caletillas abandone la función generadora.

Por último, según este acuerdo, se propondrá al Gobierno de Canarias que la estrategia energética se definirá en un pacto regulador entre las fuerzas políticas que garanticen estabilidad y seguridad a largo plazo.

LAS PEGAS.

A pesar de que finalmente se llegó a un acuerdo unánime, no faltaron los reproches sobre las dos sesiones anteriores sobre este asunto en el que en uno de los casos, los socialistas abandonaron el salón de plenos. También, la consejera de Planificación Territorial, Pino de León, se mostró "dolida" por las declaraciones realizadas en prensa por el consejero socialista Ricardo Guerrero que en opinión de ella "ha tergiversado mis palabras y deberá asumir las consecuencias".

Otro de los puntos en los que también hubo cierta obstinación fue en la petición de Guerrero en que dentro del acuerdo se estableciera que se añadiera en el tercer punto que la Ley de Directrices a tener en cuenta sería "la actualmente vigente", que para De León no tenía sentido puesto que "es la que hay". Sin embargo Guerrero logró que se incluyera para así los socialistas dar el visto bueno.

Uno de los asuntos que generó la risa entre los políticos fueron los reconocimientos de afecto y amor que se profesaban Ricardo Guerrero, Pino de León y el consejero del PP, Antonio Abarcó. En la segunda de sus intervenciones se reconocieron los afectos que hacía que hicieran propuestas para mejorar el texto que se aprobó, finalmente.