LOGROÑO, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El valor de la Renta Agraria riojana de 2013 refleja un incremento del 7,3 por ciento respecto al ejercicio anterior, en un año que se ha caracterizado por un aumento de las producciones agrícolas y una leve reducción de las ganaderas, según la estimación que recoge la coyuntura anual que elabora el Servicio de Estadística y Registros Agrarios de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente y que ya puede consultarse en la web institucional www.larioja.org/agricultura.
En cuanto a los precios, se ha producido una bajada en todos los productos vegetales, a excepción de los sectores vitivinícolas y frutícolas, mientras que las cotizaciones de los productos ganaderos se han mantenido o experimentado un moderado ascenso, salvo en el sector avícola.
El año pasado fue más frío y húmedo de lo habitual, mientras que 2012 destacó por ser más cálido y seco. Las heladas tardías de primavera y las tormentas registradas en el mes de julio tuvieron una incidencia negativa sobre la producción, aunque también esa abundancia de lluvias favoreció un alto rendimiento en el cultivo de cereales.
El valor de la producción vegetal registró una subida del 7,4 por ciento. El pasado 2013 los agricultores riojanos obtuvieron la cosecha de cereales de invierno más voluminosa desde el año 2000. Unos resultados excelentes que se deben a las favorables condiciones climatológicas y también en gran parte a la cebada recogida en Rioja Baja y Media, donde se sembró cerca del 50 por ciento de la superficie total de La Rioja, con altos rendimientos medios por hectárea.
La producción de cereales grano aumentó un 42,6 por ciento y pese a que las cotizaciones en el mercado experimentaron una caída del 25 por ciento, este grupo de cultivo ha repuntado casi en un 5 por ciento su valor. En las leguminosas grano, el aumento de rendimientos vino acompañada de una subida de los precios, arrojando una evolución positiva del valor del 34,2 por ciento respecto al año anterior.
Para los cultivadores riojanos de hortalizas, el año pasado resultó muy complicado por los retrasos en las cosechas y la reducción de rendimientos, unido al bajo consumo. El incremento de precio del pimiento, la coliflor y el repollo, entre otros, sirvió para compensar los descensos de rendimientos. Aun así, la horticultura de la región presenta una caída de su valor económico del 11,8 por ciento.
El comportamiento de los cultivos del grupo de frutales ha sido más positivo. Sin contabilizar el almendro, las producciones subieron en un 7 por ciento y los precios percibidos también se incrementaron en más de un 10 por ciento. El único cultivo que no ha tenido una evolución positiva en términos económicos ha sido el cerezo (-29 por ciento). La cosecha de almendra ha sido muy inferior a la ya mermada cosecha de 2012, pero gracias a una gran subida de las cotizaciones, en más de un 65 por ciento, su valor económico creció en un 28 por ciento.
RETROCESO
En 2013, las plantas industriales han sufrido un retroceso del 12 por ciento en su valor, debido principalmente a la disminución de la cosecha de remolacha, que se vio afectado por las dificultades de siembra y los retrasos fenológicos. Por otro lado, el girasol y la colza han aumentado su producción en un 30 y 70 por ciento, respectivamente, aunque su valor se ha visto retraído debido a una bajada de sus cotizaciones de entre el 30 y 40 por ciento.
La producción de patata ha caído en torno al 13 por ciento, a causa de una disminución de la superficie y del rendimiento. Los precios de contrato han aumentado levemente pero no ha sido suficiente para evitar un descenso del 14,7 por ciento en su valor económico.
La cosecha de uva, a diferencia de 2012, aumentó en un 3 por ciento; mientras que los precios han mejorado en un 15 por ciento. El comportamiento positivo tanto de las producciones como de los precios ha contribuido a un incremento favorable del valor económico del sector vitivinícola riojano del 18,9 por ciento.
En el sector oleícola, el récord de producción de aceituna con destino almazara (un 40 por ciento más que en 2012) ha compensado la bajada de precios (en torno al 15 por ciento), de forma que se ha producido un aumento del 19 por ciento en su valor económico.
SECTOR GANADERO
El sector ganadero en la Comunidad Autónoma de La Rioja ha visto reducido su valor económico en un 5,1 por ciento durante el año 2013, como consecuencia de un moderado descenso de la producción, a pesar de que los precios en general se han mantenido e incluso han aumentado en algunas cabañas ganaderas, a excepción de la avicultura. Los censos se han reducido en todas las especies, menos los de vacas de leche y cabras.
No obstante, el año pasado dejó en el sector de la carne de vacuno las cotizaciones más elevadas de los últimos cinco años, con un precio medio anual para los añojos para abasto, el tipo de ganado más sacrificado en nuestra comunidad autónoma, ligeramente superior a los 4 €/kg canal. Los precios de la leche de vaca mantuvieron en 2013 su evolución habitual, un tanto errática durante la primera mitad del año y claramente alcista en la segunda. El valor medio anual fue de 36,2 €/100 litros, superando al de 2012 en poco más del 10 por ciento.
El sector más perjudicado es el de las gallinas de puesta. Por un lado, los censos se han reducido un 3 por ciento y por otro, los precios de los huevos cayeron un 28 por ciento. Estos dos datos apuntan una evolución interanual negativa del valor económico del 30 por ciento. El valor a precios de productor del sector aves con destino a carne presenta una evolución negativa del 5 por ciento debido a la disminución del censo de pollos en un 3 por ciento y a la bajada del 2,5 por ciento de las cotizaciones percibidas por el ganadero.
El sector cunícola experimenta una subida en su valor económico del 7 por ciento gracias a la evolución positiva de los precios en torno al 9 por ciento.
CONSUMOS INTERMEDIOS
El importe de los consumos intermedios durante el pasado año asciende a 203,5 millones de euros, cifra que indica una subida del 0,7 por ciento respecto al valor del 2012. De acuerdo con los datos recogidos, el mayor ascenso se encuentra en el coste de los productos fitosanitarios, un 14 por ciento más, debido a una campaña marcada por las precipitaciones que ha favorecido la aparición de enfermedades.
El valor económico de los consumos desciende, en cambio, en los capítulos de piensos (2 por ciento), fertilizantes (2 por ciento), energía (1 por ciento) por la bajada de precios pagados por el sector agrario.
