Biodanza, un sistema de desarrollo personal que potencia "la alegría de vivir"

Clase de biodanza
Foto: BIODANZA
Actualizado: domingo, 16 febrero 2014 18:35

LOGROÑO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El centro cultural Ibercaja de Logroño acoge todos los miércoles una clase de Biodanza de la mano del facilitador brasileño, maestro y didacta, Augusto Madalena. Una actividad que responde a un sistema de desarrollo personal que fue creado, en los años 60, por el psicólogo y antropólogo chileno, Ronaldo Toro, y es ahora cuando se está dando a conocer realmente en España. La Biodanza potencia la alegría de vivir y esto es parte de su éxito.

   En Logroño se formó el primer grupo regular el invierno pasado y se llama así al grupo de personas que una vez por semana practican Biodanza supervisados por un facilitador -en Biodanza no hay profesores, hay facilitadores-.

   Además de las clases de Logroño que tienen lugar de 17,15 a 19,15 horas, Augusto Madalena también imparte esta actividad los miércoles en Arnedo -de 20,15 a 22,15 horas- en la sala Sendero Club.

   Varios de estos alumnos riojanos se están formando a su vez, para convertirse en facilitadores, en la Escuela de Biodanza de Zaragoza, cuyo director es también Madalena.

   La Biodanza siempre se practica en grupo y utiliza como recursos la música, el movimiento y las relaciones interpersonales. Este sistema de desarrollo personal afronta sus objetivos por medio de ejercicios, juegos, y danzas de encuentro con uno mismo, con el otro y con el grupo.

   A través de la música y de la mano de la diversión, el disfrute y la alegría, se pone en marcha un sistema muy estudiado y contrastado para desarrollar los potenciales humanos que todos tenemos. La Biodanza nos lleva a transformaciones muy poderosas tanto en lo orgánico como en lo existencial.

APRENDER DESDE LA VIVENCIA

   En Biodanza se aprende desde la vivencia. Las vivencias son experiencias vividas con gran intensidad por un individuo en el aquí y en el ahora. Involucran todo el organismo, nuestra forma de pensar, sentir, actuar y de relacionarnos con el entorno.

   La Biodanza trabaja induciendo vivencias integradoras de alegría, paz, ternura, erotismo, ímpetu vital, transcendencia, creatividad... Y lo que ocurre es que la experiencia frecuente de dichas vivencias reorganiza nuestras respuestas frente a la vida diaria.

   En cada sesión se produce una reeducación afectiva. Los ejercicios y danzas están diseñados para producir bienestar a través de músicas especialmente seleccionadas. Las situaciones de encuentro que se generan con el grupo favorecen el aprendizaje de nuevas formas de vivir en nuestro día a día.

POTENCIAR LO POSITIVO

   Una de las principales características de la Biodanza es que se centra en potenciar lo positivo que todos tenemos en vez de en remediar lo que está mal. Fortalece las potencialidades, las capacidades genuinas de cada uno. Es decir, no se trata de combatir la tristeza sino de aumentar la alegría. Y no consiste en reprimir las emociones desagradables, sino en aceptarlas y manifestarlas de forma adecuada.

   Su metodología vivencial, que da énfasis a la experiencia vivida en el aquí y en el ahora más que a la información verbal, permite el comienzo de una transformación interna sin que intervengan los procesos mentales que nos reprimen. Es un reaprender a vivir a partir de los instintos.

   Gracias a todo esto, la Biodanza mejora la calidad de vida y previene y reduce el estrés. Estimula nuestra capacidad de gozar y genera bienestar y plenitud. Aumenta nuestra confianza, autoestima, creatividad, afectividad, y energía vital. Y fortalece nuestra identidad.

   Además, al facilitar la expresión de las emociones, mejora la comunicación y las relaciones interpersonales. Nos ayuda a direccionar o redireccionar nuestro proyecto existencial y nos conecta directamente con la alegría de vivir. Refuerza nuestro sistema inmunológico.

   Colectivos y personas de cualquier edad tienen acceso a la Biodanza. Su acción es preventiva, pedagógica y terapéutica. Se practica en grupo una vez por semana y en talleres de fin de semana, en los que se reúnen personas interesadas en temas como ciencia, arte y espiritualidad.

   Biodanza está presente también en programas con cárceles, colectivos de ayuda a inmigrantes, lesionados medulares en hospitales, etcétera.

   El Sistema Oficial de Biodanza Rolando Toro está implantado en 35 países y se encuentra regulado por la International Biocentric Foundation (IBF), con sede en Irlanda. Tiene fundamento científico y sigue un modelo teórico propio estructurado en teorías biológicas, antropológicas y filosóficas. Su base es el Principio Biocéntrico, que sitúa la vida y su evolución en el centro de todo.