LOGROÑO, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El IX informe 'El Estado de la Pobreza en La Rioja', basado en los resultados de la tasa AROPE y presentado por EAPN La Rioja, refleja un aumento "considerable" de la pobreza en nuestra región al pasar, en términos absolutos, de 45.000 a 64.000 personas (19.000 personas más), lo que supone que un 20,4 por ciento de las personas residentes en La Rioja estaban en situación de pobreza y/o exclusión social en el año 2018.
Todo ello supone 6 puntos porcentuales más que en el año anterior cuando la tasa se situaba en 14,4 por ciento.
Así lo han explicado este miércoles, el presidente de la EAPN La Rioja, Juan Antonio Meléndez, junto a la secretaria, Silvia Andrés. Hemos pasado de ser la segunda comunidad autónoma con el indicador más bajo a pasar a la octava posición.
Traduciéndolo al número de personas, "en La Rioja hay 19.000 personas más en riesgo de pobreza que hace un año, la subida más alta de todas las comunidades autónomas".
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en La Rioja (EAPN La Rioja) ha presentado este informe con motivo de la celebración, mañana 17 de octubre, del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. EAPN La Rioja está compuesta por ATIM, Cáritas, Cocina Económica, Cruz Roja, La Rioja sin Barreras, MPDL, Mujeres progresistas, Pioneros, Plena Inclusión, Asociación Promoción Gitana e YMCA, en el seno de las cuales se atienden diferentes colectivos, siendo un objetivo común el acabar con la pobreza y exclusión en La Rioja.
"HAY QUE TOMAR MEDIDAS"
Con estos datos, han explicado, "se elimina la mejoría de los últimos cuatro años para volver a niveles de 2014" por lo que desde EAPN La Rioja reclaman "que se tomen medidas para que estos datos mejoren". Entre los objetivos, han destacado, "mejorar las rentas mínimas, el aumento de las pensiones, mejora del empleo y apuesta por políticas sociales".
Meléndez ha recalcado la importancia de "no bajar la guardia en la lucha contra la pobreza y la exclusión social" ante este crecimiento "alarmante".
En el año 2018, la tasa de pobreza severa (medida con umbral del 30 por ciento de la mediana) en La Rioja "ha sufrido un espectacular incremento que ha triplicado su valor y ha liquidado la mejoría de los últimos años". En la actualidad, ha proseguido, "la pobreza severa alcanza al 6,1 por ciento de la población, cifra que es cuatro décimas más elevadas que la media nacional y la segunda más alta de la década en la región".
TRES INDICADORES
El 9 Informe sobre 'El Estado de la Pobreza' cuenta con tres indicadores. Por un lado, el riesgo de pobreza, el segundo la privación material severa y, finalmente, la baja intensidad de empleo (BITH).
El primero hace referencia a aquellas personas que viven en un hogar con una renta inferior al umbral de la pobreza (el 60 por ciento de la media de la renta nacional, fijada en 2017 en 740 euros mensuales).
En este punto, en el año 2018, la tasa de pobreza de La Rioja se incrementó un 61 por ciento (6,9 puntos porcentuales). De forma parecida a lo sucedido con el AROPE, este aumento ha liquidado la mejora de los últimos años y ha vuelto a situarnos en valores de 2014. "Aún más alarmante es el dato referente a la pobreza severa que ha pasado de un 1,9 a un 6,1 por ciento. 19.000 personas (14.000 más que el año anterior) viven en hogares cuyos ingresos son inferiores a 370 mensuales por unidad de consumo".
Con respecto al segundo indicador, se considera estar en privación material severa "no poder afrontar, al menos, 4 de los siguientes gastos: vivienda, calefacción, vacaciones, alimentación básica, gastos imprevistos, teléfono, televisor en color, lavadora o automóvil".
Según este indicador, existen 11.000 personas en La Rioja que viven con privación material severa (2.000 más que el año anterior)". "El empeoramiento en lo referente a este indicador 0,6 puntos porcentuales se debe exclusivamente al deterioro de la tasa entre las mujeres que ha pasado desde el 2,3 por ciento hasta el 4,3 por ciento", ha señalado Silvia Andrés, secretaria general de EAPN La Rioja.
Destaca dentro de este apartado "el aumento en el número de personas con incapacidad para afrontar gastos imprevistos (30,3 por ciento)". Además, han señalado, "preocupa" en este indicador, el incremento de mujeres (2.000 más que el año pasado).
Finalmente, vivir en un hogar con baja intensidad de trabajo (inferior a 0,2) es definido "como la relación entre el número de meses trabajados por todos los miembros de la unidad familiar y el número total de meses que podrían trabajar, como máximo, todas las personas en edad laboral de dicho hogar".
En concreto, el 8,8 por ciento de la población menor de 60 años que residía en La Rioja en 2018 lo hacía en hogares con baja intensidad de empleo, es decir, unas 20.000 personas. Un incremento respecto al año anterior "que supone perder todo lo ganado con el importante descenso de 2017".
"Seguimos estando en niveles, a pesar de los datos de paro, que triplican los de 2008 y que nos hablan de la calidad del empleo que se está creando", han finalizado.
