El exceso de tecnología colabora en el fracaso escolar, que en La Rioja asciene al 30,4%, según un estudio

Actualizado: domingo, 17 enero 2010 12:14

LOGROÑO, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El exceso de tecnología colabora en el fracaso escolar, ya que los estudiantes pierden el hábito de estudio y de esfuerzo, según un estudio de la asociación Adicciones Digitales, que cifra el fracaso escolar en La Rioja en un 30,4 por ciento, frente al 31 por ciento de media nacional.

Especial hincapié hace el informe en los "demasiados regalos tecnológicos" que se hacen a los chavales durante las fiestas de Navidad, "con lo que han pasado las vacaciones permanentemente conectados a los diferentes aparatos que los propios padres les han regalado".

Esta actitud ante el tiempo libre, dice el estudio, "hay que evitar que se traslade a la escuela", para reducir la tasa de fracaso escolar, "que en La Rioja es del 30,4% frente al 31 por ciento de la media nacional, de acuerdo con datos de 2007 que se refieren a población de entre 18 y 24 años que no ha completado la ESO y no sigue ningún tipo de educación formación".

Según Juan Romero, portavoz de Adicciones Digitales, "los jóvenes han aprovechado cualquier instante para coger uno de esos aparatitos, da igual que fuera nada más levantarse que a la hora de comer, cuando volvían de las actividades que tenían programadas o cuando se iban a ir a la cama; siempre estaban dispuestos a digitalizarse un poco más y estudiar o coger un libro un poco menos".

Adicciones Digitales es una organización que imparte charlas y conferenciasen colegios y centros sociales de toda España dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres, profesores y profesionales en general, para mostrarles cómo hacer un uso saludable de la tecnología.

Romero señala que, en las vacaciones, "muchos padres han tenido que insistir, enfadarse seriamente y amenazar con tirar alguno de esos aparatos a la basura para que dejasen de jugar e hiciesen otras cosas, porque lo que no se les ha ocurrido ni por asomo, ha sido coger un libro o ver una película en el DVD en inglés para practicar un poco".

El problema llega ahora "porque han perdido el hábito de estudio, disponen de demasiada tecnología, y ahora, cuando han vuelto a las clases, los chavales tienen que empezar a coger otra vez el ritmo de lectura y estudio, y les va a costar trabajo si se han pasado las vacaciones conectados al mundo digital".

Entre las soluciones propuestas, "usar los aparatos sólo los fines de semana un rato, mientras que el ordenador, cuando es para trabajos del colegio, se utilizará todo el tiempo que sea necesario pero con la supervisión paterna o de los hermanos mayores".

A ello se suman otras actuaciones, como impedir que los hijos lleven el móvil al colegio; el Messenger, Tuenti y Facebook "se utilizan un rato, no todos los días, y con control paterno para que no pierdan el tiempo en horas de estudio"; y no pueden tener el ordenador encendido si no lo están utilizando, "porque se distraerán cada dos minutos".

"Estos consejos, bastante fáciles de seguir, pueden evitar, en parte que cuando lleguen las notas de la segunda evaluación nos den un disgusto. Se trata de que acaben el curso con unos resultados que no lograrán si se pasan el día enganchados a todos estos aparatos", concluye Romero.