Experto de UNIR apuesta por "la aplicación proactiva" de los protocolos preventivos contra el acoso escolar

Claves para entender el bullying en los colegios y frenarlo
Claves para entender el bullying en los colegios y frenarlo - ISTOCK - Archivo
Actualizado: lunes, 10 agosto 2020 14:16

LOGROÑO, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La "aplicación proactiva" de los protocolos preventivos es esencial contra la extensión del acoso escolar en los centros educativos. Así lo considera el director del Máster en Educación Personalizada y del Máster en Orientación Familiar de UNIR, Josu Ahedo.

   En una entrevista mantenida con Europa Press, Ahedo se ha referido a la creación de la figura del coordinador de bienestar y protección en los centros educativos, como se prevé en la recién aprobada Ley de Protección Infantil.

   Una figura nueva, "que, de momento, ha creado cierto desconcierto en los centros, donde ya existen los orientadores, que, de entrada, cubren las necesidades que se prevén para el nuevo coordinador". Se trata, de todos modos, apunta el experto, de una figura "más especializada exclusivamente en los protocolos y actuaciones derivadas del bullying".

   De acuerdo con la legislación, aprobada en Consejo de Ministros este pasado martes, y que aún debe pasar por su tramitación en las Cortes, el coordinador de bienestar y protección en los centros educativos debería centrarse en la formación, vigilancia y prevención de todo lo relacionado en el ámbito escolar con el acoso, el abuso sexual, el ciberacoso o la violencia de género, entre otros temas.

   Todo ello, en coordinación con los servicios sociales correspondientes, contando también con el recurso a la mediación escolar y con especial atención a los casos de necesidades especiales del alumnado o a los alumnos con discapacidad. Una serie de tareas para las que se podría contar con perfiles profesionales de educador social.

   "Se trata, en definitiva -afirma Josu Ahedo- de un perfil mucho más específico que el que puede tener un orientador, que son más psicopedagogos, por ejemplo. Para el caso de los coordinadores, estamos hablando de perfiles más similares a los de los educadores sociales".

   Con todo, ha considerado que, si bien los centros "pueden tener cierto desconcierto o incertidumbre sobre esta figura que se les va a exigir por ley", también ha contemplado que, en el caso de los orientadores, "ahora mismo, tienen demasiado trabajo, porque las ratios de atención son demasiado altas para las necesidades reales".

   En cualquier caso, para Ahedo, podría ser "excesivo" que esta figura del coordinador es exija no solamente en los colegios, sino que también deba contarse con ellos en centros educativos de otro tipo, como academias, "porque quizá no puedan soportar la contratación de más personal", aunque ha defendido la necesidad de que también contemplen protocolos para casos de acoso o de violencia.

   Especial interés tienen, a juicio del experto de UNIR, los protocolos de actuación en todos los centros, sobre los que ha considerado que "quizá habría que contemplar actualizarlos" o, en el caso de tener que actuar una vez detectado un caso activo, "contar precisamente con la figura del coordinador, con todo su conocimiento específico para poder aplicarlos en toda su amplitud".

   Ahedo ha considerado, además, esencial "la prevención", uno de los puntos en los que la nueva figura podría ser "más positiva, porque es cada vez más necesaria", aunque ha abogado por "no quedarnos en lo superficial del acoso".

   "Todo el mundo entiende que el acoso escolar es malo, y todos los planes de convivencia en los centros educativos tienen su parte preventiva, que es fundamental, pero nos falta la parte proactiva, de intentar que esos valores transmitidos en la prevención se vivan", ha asegurado.

   Por eso, en sus palabras, "no vale con aprender el respeto, hay que trabajar también la empatía actuando y poniéndose en el lugar del otro", una parte proactiva en la que "las familias también tienen mucho que decir, porque parece que, mientras no se sufre directamente, no ocurre o que ocurre menos". "Hay que trabajar en los dos ámbitos, el familiar y el escolar", ha finalizado.