LOGROÑO, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La calle Múgica ha cambiado de aspecto para ser "una calle mucho más tranquila en pleno centro de la ciudad; que ha ganado en calidad de vida al tener una circulación más restringida, habiendo incrementado el espacio para el peatón con aceras que casi han doblado su anchura y mejorado con nuevo arbolado y mobiliario urbano".
Así lo ha asegurado este lunes la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, quien ha recorrido esta mañana la calle, recuperada tras las obras de remodelación que se han ejecutado durante cuatro meses, en compañía de vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona, "logroñeses muy satisfechos por ver así cubierta una aspiración perseguida desde hace tiempo".
A partir de ahora disfrutan de un lugar "de ambiente más sosegado, más agradable y disfrutable, y que ha incrementado también sus posibilidades de actividad económica". Con el objetivo de ganar espacio para el peatón, se ha habilitado un sólo carril de circulación frente a los dos que hasta el momento existían.
EL PROYECTO.
Además, se ha eliminado una banda de aparcamientos en la margen Este, dejando una en línea en la Oeste, y la anchura de las aceras ha sido prácticamente doblada, pasando la Oeste de 1,80 a 3,20 metros y la Este de 1,60 a 3,85 metros.
El área de actuación ha ascendido a 3.000 metros cuadrados, para una longitud de calle de 200 metros. Tanto las aceras, los vados como la calzada han sido repavimentados. Las aceras con adoquín cerámico y con granito.
El alumbrado público también ha sido renovado, con mejora del nivel de iluminación mediante soportes de 10 metros de altura y 250 watios. A lo largo de las aceras y calzada se han colocado 13 farolas y se han renovado 400 metros de red de alumbrado.
Asimismo, se ha cambiado la red de agua potable de fibrocemento por tubería de función dúctil de 150 milímetros de diámetro en aceras y 200 milímetros en cruces. Se ha mejorado el colector existente, con un tratamiento interior a base de poliester que mejora las condiciones hidraúlicas y mecánicas del mismo.
Se han plantado 27 árboles de tipo "prhotinia red robin". Múgica estrena también bancos de madera y fundición (14 unidades) y papeleras cilíndricas de 50 litros. Finalmente se ha llevado a cabo la señalización horizontal y vertical de la nueva ordenación de la urbanización de la calle.
Las obras han sido ejecutadas por la UTE local Oberioja-Obenasa por 408.640 euros, tras haber presentado una baja del 31,89 por ciento respecto al precio de salida.
"TRANSFORMANDO LA CIUDAD".
La alcaldesa ha relacionado la finalización de esta actuación con la que también pudo presentar la semana pasada, Marqués de la Ensenada, para recalcar "cómo estamos transformando la ciudad actuando sucesivamente sobre zonas que ya existían pero que necesitaban una renovación. Haciendo ciudad sobre la ciudad existente".
Además, en el caso de Múgica, se da la circunstancia de estar rodeada por calles como Gran Vía, Pérez Galdós, María Teresa Gil de Gárate... remodeladas en los últimos años y que han determinado su ejecución ya en este momento. La alcaldesa ha destacado también su cercanía con la Plaza Primero de Mayo y Saturnino Ulargui, obras ejecutadas en este mandato.
Y en el proyecto de Múgica, como en el de éstas, ha primado la opinión de los vecinos y comerciantes, con los que el Equipo de Gobierno se ha mantenido en continuo contacto antes y durante los trabajos realizados. Asimismo se ha estado en relación con la comunidad educativa del colegio Los Boscos, radicado en esta calle.
Los orígenes de la calle Múgica -como determina Jerónimo Jiménez en su libro "Las Calles de Logroño y su historia"- se remontan a la década de los 30, llamándose Particular del Doctor Múgica por concentrar propiedades de este médico.
En los años 40 empezó a crecer, como las de su entorno, enlazándose con Pérez Galdós en 1950, enlace determinado por el inicio de la construcción de la sede de Los Boscos en un terreno donado por el doctor Múgica. La mayoría de los edificios existentes datan de los 60 y 70, aunque el más reciente de ellos fue proyectado en 1994.
