Los pequeños empresarios riojanos declararon un 13 por ciento menos ante la falta de liquidez y beneficios en 2008

Actualizado: domingo, 15 agosto 2010 11:44

Gestha atribuye este acto a que las Declaraciones de Renta de 2008 se presentaron en junio de 2009, en plena recesión económica

LOGROÑO, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores riojanos por cuenta ajena declararon un 5,2 por ciento más de ingresos en la Campaña de Renta 2008, a pesar de los efectos incipientes de la crisis y la escalada del desempleo que aumentó en 609.100 personas en España en el último trimestre de 2008.

Los asalariados y pensionistas de La Rioja reconocieron en ese año un aumento de sus rendimientos netos de 866 euros, situándose en 17.562 euros anuales, según la II edición del Informe de la Lucha Contra el Fraude Fiscal en la Agencia Tributaria, elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) a partir de la última estadística del IRPF-2008, declarado en junio de 2009.

Según Gestha, estos rendimientos reconocidos por trabajadores y pensionistas en esta comunidad chocan de pleno con los ingresos declarados ese mismo año por los profesionales liberales y pequeños empresarios, los cuales se mostraron ante la Hacienda Pública como 'simples mileuristas', con unas rentas netas de 13.690 euros anuales, y una caída de sus ingresos del 13 por ciento (unos 2.055 euros menos), a pesar de que la economía creció el 3,4 por ciento en 2008.

Gestha atribuye este comportamiento tan dispar a que las Declaraciones de Renta de 2008 se presentaron en junio de 2009, en plena recesión económica, por lo que muchos autónomos optaron "por falsear" sus declaraciones y ocultar sus beneficios de 2008 para sortear la falta de liquidez y caída de las ventas en 2009, opción imposible para los trabajadores cuyos ingresos están muy controlados.

Asimismo, el estudio evidencia que los micro empresarios riojanos que tributan en módulos -como albañiles, electricistas, fontaneros, etc.- tampoco pudieron defraudar como los profesionales y pequeños empresarios, declarando tan sólo 275 euros más de ingresos (+2,2 por ciento) en un "buen año" de actividad, ya que al estar "fichados por los módulos" no pagan impuestos en función de los beneficios que realmente obtienen, sino de otros factores "más o menos estimativos de esos beneficios" como la dimensión del local, el número de empleados y vehículos, o la electricidad consumida.

LA RIOJA, ENTRE LAS CC.AA. CON MAYOR AUMENTO DE LAS DIFERENCIAS

Por comunidades autónomas, la comparativa entre los años 2008 y 2007 muestra que La Rioja es la segunda comunidad que registra el mayor aumento de la diferencia entre los ingresos declarados por los trabajadores y pensionistas y los declarados por profesionales y pequeños empresarios (en estimación directa), que alcanza los 2.920 euros.

Las mayores brechas se abren en la Región de Murcia (3.362 euros), Baleares (2.864 euros), Comunidad Valenciana (2.844 euros), Andalucía (2.545 euros), Cataluña (2.451 euros) y Aragón (2.400).

Por el contrario, las regiones donde estas diferencias se situaron por debajo de la media nacional y, por tanto, son menos acentuadas son la Comunidad de Madrid (1.944 euros), Asturias (1.944 euros), Castilla y León (1.900 euros), Extremadura (1.832 euros), Canarias (1.823 euros) y Galicia (1.708).

Si se comparan la evolución de la brecha 2008/2007 con los microempresarios (en módulos) en ese periodo, las mayores diferencias se apreciaron en el Principado de Asturias (1.059 euros), Murcia (994 euros), Madrid (980 euros), Castilla-La Mancha (935 euros), Baleares (896 euros), Cataluña (888 euros), Extremadura (884 euros) y Aragón (869 euros).

En el extremo contrario, por debajo de la media nacional, se situaron La Rioja (590 euros), Comunidad Valenciana (649), Andalucía (691) Canarias (698), Cantabria (786 euros), Galicia (798 euros) y Castilla y León (807 euros).

FRAUDE Y PICARESCA RELATIVA

En opinión de los Técnicos del Ministerio de Hacienda, la explicación a este comportamiento tan dispar entre los ingresos declarados por trabajadores y empresarios reside en los altos niveles de fraude fiscal que viene arrastrando España en estos últimos años, donde la bolsa de dinero negro crece ininterrumpidamente.

La economía sumergida en nuestro país aumentó en 25.000 millones entre 2000 y 2009, alcanzando actualmente los 245.000 millones, lo que representa el 23,3 por ciento del PIB, diez puntos por encima de la media de los países de nuestro entorno, donde el índice de evasión ronda el 13 por ciento.

Para GESTHA, una prueba contundente del fraude fiscal del sector empresarial español son las grandes diferencias entre los ingresos declarados por los asalariados y los empresarios, hasta el punto de que los trabajadores declaran a la Hacienda Pública una media de 7.200 euros más que los profesionales y los pequeños empresarios, y alrededor de 7.600 euros más si se compara con los rendimientos de los microempresarios.

A pesar de estos datos, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, señala que "en la actualidad los pequeños empresarios representan sólo el 15 por ciento de la defraudación total de nuestro país; sin duda, las bolsas de economía sumergida más importantes son generadas por las medianas y grandes empresas, especialmente en el sector de la construcción y promoción inmobiliaria".

Según este colectivo, la Agencia Tributaria del Estado no ha sido capaz de reducir las diferencias, sino que ha permitido que se quintupliquen, a pesar de estar centrada en el control de las rentas del trabajo y los autónomos desde que en 1992 se creó.

En opinión de los Técnicos, para evitar que la Agencia Tributaria estatal siga perdiendo la batalla contra el fraude fiscal "se debe reforzar la investigación de las principales bolsas de fraude que representan los profesionales liberales y las grandes empresas", que frecuentemente "venden sin factura, pasan los gastos personales como gastos de la sociedad, utilizan sociedades instrumentales o paraísos fiscales, o en demasiadas ocasiones 'manejan' facturas falsas".

En este sentido, el informe de Gestha explica que el régimen de módulos es "impreciso, anticuado, y en demasiadas ocasiones constituye el 'caldo de cultivo ideal' para emitir facturas falsas a medianas y grandes empresas", ya que el empresario emisor de la factura "no paga más" al Fisco, mientras que quien recibe la factura falsa "contabiliza indebidamente" un gasto y una cuota deducible en IVA

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