LOGROÑO, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Salud ha detectado una toxiinfección alimentaria colectiva en La Rioja en los últimos cuatro años, tal y como ha informado hoy el director general de Salud Pública, Juan Ramón Rábade, al hacer balance de los controles de salud alimentaria y en referencia al hecho sucedido a principios de febrero de 2106 en un bar de Logroño.
En rueda de prensa, Rábade ha informado de que Sanidad ha realizado 3.373 inspecciones en 2.567 establecimientos, y el control de 2.337.011 animales sacrificados en los mataderos, dentro del Plan de Control de Alimentos de La Rioja 2016-2020 con el que se quiere garantizar la seguridad de los consumidores.
Ha indicado que no se ha dado ningún otro caso, salvo el ocurrido en febrero de 2016, aunque ha especificado que los casos de intoxicación alimentaria en el hogar "no se registran" porque, en muchos de ellos, el afectado ni acude a los servicios sanitarios.
Ha destacado "el importante trabajo que desarrollan los 37 inspectores de Salud Pública (tres farmacéuticos y 34 veterinarios) que son los encargados de verificar la seguridad microbiológica y química de los alimentos para controlar sus riesgos asociados".
Además, ha añadido que "también es necesario que los consumidores adopten comportamientos saludables en la elección de los alimentos y durante la preparación y la conservación de las comidas, con el fin de mejorar su situación nutricional y garantizar la seguridad de los productos que van a ingerir". "Si analizáramos muchas encimeras de cocina nos sorprenderíamos de lo que hay", ha señalado.
En este sentido, además de a una estricta limpieza con desinfectante en la cocina, ha apuntado a la necesidad de separar físicamente los alimentos cocinados de los crudos en la cocina, y limpiar los cuchillos entre usos mientras se están cocinando distintos alimentos.
Las temperaturas elevadas en verano, ha subrayado, son caldo de cultivo para los microorganismos.
"Un alimento cocinado, es un alimento higienizado", ha dicho, y los alimentos que no puedan ser consumidos inmediatamente o las sobras que se quieran guardar, deben mantenerse en el frigorífico.
En cuanto al consumo de leche cruda (que proviene de las vacas, ovejas o cabras y no ha pasado por un proceso de pasteurización para matar las bacterias), ha dicho que "entraña riesgos" porque "puede contaminarse a la salida del animal" y supondría un "retroceso".
